- Protección de Datos advierte de disminución de garantías de protección de los datos personales
MADRID, 1 Ago. (OTR/PRESS) -
Este miércoles, 1 de agosto, entra en vigor el polémico acuerdo sobre seguridad en el tráfico aéreo entre la UE y Estados Unidos para la entrega al gobierno estadounidense de todos los datos personales de los ciudadanos que vuelen a ese país, con una antelación mínima de 72 horas de antelación. El acuerdo sustituye al actual sistema provisional y refuerza las atribuciones de las autoridades estadounidenses. Las líneas aéreas deben transmitir de forma electrónica todos los datos de sus pasajeros (incluidos estado de salud u origen racial) tres días antes como mínimo de que se suban al avión con destino a EE.UU. Protección de Datos advierte del riesgo que entraña para las garantías de protección de los datos personales.
El acuerdo permitirá a la Administración estadounidense conservar durante 15 años los datos personales de los pasajeros aéreos, incluidos su correo electrónico y los números de sus tarjetas de crédito. Hasta ahora esos datos solo podían conservarse durante tres años y medio. Los datos recopilados hasta ahora en virtud de los anteriores acuerdos también se conservarán 15 años. El acuerdo no garantiza ni siquiera la destrucción de esos datos una vez transcurridos 15 años. Según destaca el sindicato de pilotos SEPLA, el documento determina que "las cuestiones relacionadas con la conveniencia y el momento de la destrucción de los datos" se tratarán entre EEUU y la UE "en el marco de ulteriores negociaciones".
Los datos personales han sido reagrupados en el nuevo acuerdo en 19 categorías, en lugar de las 34 existentes hasta ahora, para crear la falsa impresión de que se ha reducido el número de datos personales facilitados a EEUU. Algunas de estas categorías, como los servicios especiales solicitados por el pasajero (tipo de comida), permiten deducir su origen racial o su religión. Los Veintisiete incluso han aceptado que EEUU pueda tener acceso a datos que pueden permitir deducir el origen étnico, la religión o la orientación política o sexual del pasajero.
DISMINUCION DE GARANTIAS
Para la Agencia Española de Protección de Datos, este nuevo acuerdo contempla una serie de medidas que pueden suponer una disminución de las garantías del derecho fundamental a la protección de datos de los ciudadanos, como son: la ampliación del periodo de retención de los datos de tres años y medio a hasta 15 años; o la posibilidad de que las autoridades americanas puedan hacer uso de datos sensibles que se puedan derivar de los datos de la reserva, como los referidos a salud u origen racial, en determinadas circunstancias, algo que no se preveía en acuerdos anteriores.
También advierte de la ampliación de las finalidades para las que puedan utilizarse estos datos, puesto que ahora los datos personales pueden ser utilizados no sólo para casos en que sean necesarios para proteger intereses vitales del titular o de otras personas sino también en procedimientos judiciales; y el aumento de los potenciales receptores de los datos transferidos, puesto que en el acuerdo se recoge la posibilidad de acceso por parte de cualquier departamento de la Administración Americana competente para la lucha contra el terrorismo, y contempla además la posibilidad de que la información sea transmitida a terceros países, sin recogerse en el Acuerdo las garantías acerca del uso de los datos una vez que estén en posesión de estos terceros países.