- Mas afirma que el nuevo Gobierno "merma la calidad democrática" de Cataluña y Montilla le pide respeto a las instituciones
BARCELONA/MADRID, 20 Nov. (OTR/PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, terció hoy en el caldeado ambiente de la política catalana y pidió a los partidos que "procuren una etapa de sosiego" a los ciudadanos de esta Comunidad. El jefe del Ejecutivo pretendía así aplacar los ánimos de las fuerzas catalanas, en plena ebullición desde primera hora de la mañana, cuando el líder de CiU, Artur Mas, consideró que el nuevo Gobierno de Entesa "merma la calidad democrática" de Cataluña y el futuro president, José Montilla, le exigió respeto "a las instituciones y sus sistema político".
Zapatero cree que lo que ahora necesita Cataluña es "sosiego" después de una etapa en la que el Gobierno sufrió numerosas "turbulencias", aunque también "alcanzó notables logros". El presidente del Gobierno, no obstante, considera que "las cosas van a salir bien" y que "la personalidad" de Montilla favorece que "el sosiego presida la actuación" del futuro Ejecutivo catalán.
En un momento de duro enfrentamiento entre tripartito y CiU, Zapatero evitó citar a ningún partido en concreto y realizó un llamamiento general a todas las fuerzas para que "procuren una etapa de sosiego" y primen conserven el 'oasis catalán' como "mejor estado en el que crecen las ideas y los valores más nobles". Además, consideró indispensable "la voluntad de diálogo entre los catalanes y con el conjunto de España" y garantizó que "esa será la actitud del Gobierno" que preside: "diálogo, entendimiento y plena colaboración".
El presidente del Gobierno llamaba a la calma en un día especialmente tenso para la política catalana. Tras un breve encuentro con el president del Parlament, Ernest Benach, -que hoy abría la ronda de consultas sobre la formación del Gobierno- Mas consideró que "no dar la oportunidad de intentar hacer gobierno" a la fuerza ganadora supone "debilitar el sistema democrático y la confianza de la gente en sus instituciones".
UNA COMEDIA POSELECTORAL
Además, el líder convergente no dudó en tildar la ronda de conversaciones de Benach como "una comedia" pues "el tripartito estaba ya hecho" antes de las elecciones, por lo que consideró que la actitud de PSC y ERC fue "poco honesta, poco noble" y supone "mermar la calidad democrática de Cataluña". "El tripartito ha hecho piña para elegir al gran perdedor de las elecciones como president", señaló, advirtiendo que "el pueblo de Cataluña no confía en Montilla".
La respuesta de Montilla no se hizo esperar y, tras su respectivo encuentro con Benach, leyó una declaración en la que resaltó que "los catalanes hablaron en las urnas en unas elecciones libres" y dieron "un mandato claro" que "corresponde a las fuerzas políticas traducir". "Amar a Cataluña significa en primer lugar respeto a las instituciones, a su sistema político y hacerlo funcionar en beneficio de Cataluña y de todos sus ciudadanos", señaló.
"No es momento de cuestionar el sistema política" zanjó Montilla. El líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, también se unió a las críticas y le pidió que deje "el camino del victimismo" y recordándole que "todos los que aspiren a gobernar Cataluña sólo pueden hacerlo por procedimiento democráticos y respetando la ley". Del mismo modo, Joan Saura, de ICV, le reclamó a Mas que "acepte que no ha ganado" las elecciones y que "no tiene mayoría suficiente para gobernar".
Pero las críticas para Mas no sólo llegaron del reeditado tripartito, sino también del PP. El líder de los populares catalanes, Josep Piqué, reprochó al presidente de CiU que cuestione de antemano la legitimidad de Montilla como president y afirmó que "su autoridad política la demostrará con su quehacer".