Actualizado 19/10/2006 19:55

Crónica Ciencia.- Atribuyen al cambio climático la progresión de un ave del desierto del Sahara en el sureste peninsular

- El camachuelo trompetero podría ser un indicador de aridez

MADRID, 19 Oct. (OTR/PRESS) -

La sequía que azota España ha convertido en los últimos años algunas zonas, sobre todo del sur y del este peninsular, en zonas cada vez más parecidas al desierto. Según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), esta aridez es consecuencia del calentamiento global y es esta la causa por la que en los últimos 57 años se produce en nuestro país la propagación de especies que provienen del desierto y que ya se asientan en España. Así, el camachuelo trompetero es una especie africana que desde hace más de 50 años se ha ido acomodando al nuevo clima del suroeste de la península y ahora ya está plenamente adaptada.

El aumento de las temperaturas y el descenso de las precipitaciones son alguna de las razones por las que el camachuelo trompetero se consolida actualmente en zonas como Granada, Murcia, Alicante y Almería, donde ya se contabilizan cerca de 800 parejas reproductoras de esta especie. La investigadora del CSIC, Eulalia Moreno, coordinadora del estudio, afirma que el Camachuelo no es la única especie cuya presencia en la península aumenta por este motivo.

"En las zonas semiáridas y áridas de España, han empezado a aparecer especies características de latitudes más meridionales, probablemente como consecuencia de las variaciones climáticas que acarrea el cambio global", precisó. Para la investigadora, la presencia de este tipo de especies es un buen indicador del incremento de la aridez en los suelos del área mediterránea.

UNA ESPECIE DEL SÁHARA

El hábitat natural del camachuelo trompetero, emparentado con los jilgueros y los canarios, se localiza desde el Sáhara Occidental hasta el Medio Oriente, a través del norte de África. Vive principalmente en desiertos, semidesiertos o en estepas de poca vegetación. En España se encontró por primera vez a finales del siglo XIX, procedente de Marruecos, donde comenzó su expansión.

Entre las conclusiones de este estudio, que se realizó durante tres años, destaca que no sólo el área mediterránea se dan en la actualidad una condiciones climáticas probablemente muy diferentes a las de hace 150 años, sino también en los países de origen del ave pudieron producirse cambios climáticos que provocaron su expansión hacia el norte.

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