- Este consenso permitiría a los grupos reactivar la reforma del Reglamento de la Cámara Baja
MADRID, 21 Nov. (OTR/PRESS) -
Después de un año de parón, los miembros de la Ponencia para la Reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados volvieron hoy a reunirse. Y lo hicieron a instancias del presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, que animó a los grupos parlamentarios a alcanzar un acuerdo sobre el principal obstáculo con el que se ha encontrado la reforma del Reglamento: el uso de las lenguas cooficiales en sede parlamentaria. Una pretensión de los grupos nacionalistas que dio al traste con los trabajos de la Ponencia para actualizar una regulación que lleva sin reformarse desde hace más de 20 años.
Con la reunión de hoy, Marín pretende relanzar los trabajos de la Ponencia que ya logró el acuerdo de los grupos en aspectos como la creación de comisiones de investigación, el reforzamiento del control al Gobierno, la creación de una Oficina Presupuestaria o la agilización de los debates plenarios.
Durante este encuentro -que apenas duró diez minutos-, ninguno de los portavoces tomó la palabra, limitándose a escuchar la "voluntad" del presidente del Congreso de aprobar unas nuevas reglas para el Congreso, una de sus principales promesas de esta legislatura junto a la modernización tecnológica.
Aunque no se ha fijado fecha concreta para una nueva cita, Marín confía en que los grupos mantengan conversaciones en las próximas semanas para acercar sus posturas en el ámbito lingüístico. Un tema en el que existen dos posiciones claramente enfrentadas: la del PP, que se niega a que el nuevo Reglamento introduzca cambios en esta materia; y la del denominado 'grupo de Sitges' que aglutina a ERC, CiU, IU-ICV, PNV, CC-NC y Grupo Mixto, que aboga por una regulación expresa del uso del catalán, el gallego y el euskera en el articulado.
EL PSOE, DISPUESTO "A TODO"
El PSOE quiere desbloquear la situación y para ello mantendrá contactos bilaterales tanto con el PP como con los grupos minoritarios, para buscar una vía intermedia que aglutine a todos los grupos. El portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Diego López Garrido, admitió hoy que las lenguas "es el punto sensible" y añadió que la reforma "no se puede hacer con una parte de la Cámara contra la otra parte". "Estamos dispuestos a todo siempre que haya consenso", sentenció.
Por su parte, el portavoz de los populares, Eduardo Zaplana, culpó a las formaciones nacionalistas del bloqueo de la reforma del Reglamento del Congreso porque "quieren hablar en su lengua". "Esa es la cuestión: la dependencia (del PSOE) de los nacionalistas, que nos acompaña desde el inicio de la legislatura en todos los ámbitos", denunció.