Actualizado 03/11/2006 19:14

Crónica Cultura.- El Gobierno marca un precio fijo para los libros y liberaliza el de los libros de texto

- Aprobado el Proyecto de Ley de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, con 431 millones para los próximos ocho años

MADRID, 3 Nov. (OTR/PRESS) -

El Consejo de Ministros aprobó hoy el Proyecto de Ley de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, que, como principal novedad, introduce un precio fijo para los libros a la vez que libera el de los de texto. Además, bajo este documento, el Estado y las comunidades autónomas quedarán obligadas por ley a promocionar la lectura. El proyecto tiene una dotación económica de 431 millones de euros para los próximos ocho años, que se emplearán, entre otros objetivos, en modernizar la red de bibliotecas.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, se felicitó porque España en pocos años ha conseguido que el porcentaje de lectores habituales se sitúe en el 57 por ciento, lo que "nos anima a seguir trabajando".

Para continuar en esa dirección, el Ejecutivo aprobó hoy la denominada Ley del Libro, que actualiza la normativa vigente, del año 1975, que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, calificó de "dispersa y obsoleta". "Había que enmarcarla en el actual marco constitucional", y garantizar el acceso universal a la lectura, dijo.

El proyecto de ley marca un precio fijo para los libros aunque liberaliza el de los de texto, una medida que se toma atendiendo a la petición de los distribuidores y libreros porque así podrán competir mejor con las grandes superficies y establecimientos en los que el libro no es el principal bien, según explicó Calvo.

El Gobierno cree que este es el mejor sistema para preservar la diversidad cultural y conservar las librerías no sólo como puntos de venta de libros, sino como centros que garantizan la cultura, un papel que es especialmente importante en los pequeños pueblos y ciudades. De esta manera, el precio de los libros dejarán de estar sujetos al vaivén de la oferta y la demanda.

En cuanto a los libros de texto, Calvo explicó que la decisión de liberalizar el precio se toma teniendo en cuenta que el objetivo es que sean gratuitos, una medida que ya han puesto en marcha algunas comunidades autónomas y a la que todas "algunas más rápidamente que otras", tienden. En esta transición, el Gobierno considera que la liberalización del precio beneficiará a las familias por abaratar su precio.

EL SEÑUELO DE LAS GRANDES SUPERFICIES

El precio de los libros de texto no es una cuestión baladí ya que suponen un claro sustento para las pequeñas librerías, mientras que las grandes superficies muchas veces los utilizan como señuelo para que las familias compren luego el resto del material escolar del niño. Por esta razón, estos grandes supermercados aplican el máximo descuento que pueden, dejando fuera del circuito a las pequeñas librerías, que de seguirles la estela, no ganarían nada.

En este marco, algunas voces apostaron por marcar igualmente un precio fijo para este material. Así por ejemplo, el director Ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España, Antonio María Avila, explicó que libreros, editores, distribuidores y los que forman parte del mundo del libro consideran que la fórmula de comercialización correcta es la del precio fijo; una medida que él considera fundamental en los libros de texto para las librerías pequeñas porque suponen "el 40 por ciento de su facturación".

Igualmente, el presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE), Mauricio Santos, aseguró que a la asociación que representa le hubiese gustado que el precio de los libros fuera fijo, igual que el resto de los libros. No obstante, reconoció que el sistema que se implanta es mejor que la "aberración" que había hasta el momento, "con un precio fijo y descuentos libres", cuyo resultado ha sido "funesto para el comercio".

Dejando a un lado el precio de los libros, el Proyecto de Ley aprobado por el Gobierno obliga a los poderes públicos a realizar proyectos de fomento de la lectura. La Ley nace con una memoria económica de 430 millones de euros destinados entre otros objetivos a modernizar las bibliotecas y adaptarlas a la irrupción de las nuevas tecnologías.

Así, se quiere introducir el nuevo concepto de libro, "que ya no se articula únicamente en el formato habitual sino también con otros soportes como el electrónico", dijo la ministra. Finalmente, se crea el Observatorio del Libro y la lectura, para el diagnóstico permanente de la lectura y del sector editorial.

Contenido patrocinado