Actualizado 26/07/2007 19:40

Crónica Delincuencia.- Cae una red que engañó a 300 mujeres rusas para prostituirlas en Fuerteventura y Almería

- Una de las afectadas fue atleta olímpica en Antenas 2004, que vino a España por una falsa oferta laboral de baile y danza

MADRID, 26 Jul. (OTR/PRESS) -

Un total de nueve personas, tres españoles y seis rusos, han sido imputados como integrantes de una red internacional dedicada a introducir en España a mujeres rusas para su explotación sexual en clubes de alterne de Fuerteventura y Almería. Las chicas, alrededor de 300, según estimaciones de la Policía Nacional, venían a España engañadas con falsas promesas de trabajo en España en el mundo del espectáculo, concretamente con el baile y la danza. Una de las afectadas fue integrante del equipo de atletismo ruso en los Juegos Olímpicos de Antena 2004, que vino a España por una falsa oferta laboral de baile y danza.

Las jóvenes eran captadas en sus países de origen con falsas promesas de trabajo, sin embargo, una vez aquí las trasladaban hasta la isla de Fuerteventura y a la provincia de Almería, coaccionadas y obligadas a ejercer la prostitución para así pagar la deuda que habían contraído con la organización por su viaje hasta España. El cabecilla de la red internacional de explotación sexual, José Manuel R.V., fue hoy decretado en libertad con cargos a presentarse cada quince días ante el juzgado de El Ejido (Almería) que instruye el caso.

Junto a él, Marina G., una mujer de 30 años de nacionalidad rusa, fue detenida en Almería junto a otras cinco mujeres rusas y tres españoles, por delitos relacionados con la prostitución. Pero también a ella se le ha decretado libertad con cargos.

PERFIL DE LAS VÍCTIMAS

José Manuel R.V. recibía mensualmente una media de 10.000 euros de renta, derivados de la explotación de las chicas. El cabecilla permanecía oculto y llevando una vida llena de comodidades en Rusia, donde huyó tras la denuncia de una de las chicas de 18 años, que había formado parte de la delegación rusa en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y gracias a la cual se desencadenó la operación 'Anastasia'.

El perfil de las víctimas correspondía mujeres jóvenes en situación económica precaria con pocos familiares que les pudieran ayudar, en su mayor parte huérfanas o madres solteras provenientes de las zonas económicamente más deprimidas de Rusia. La organización disponía en este país de personas que realizaban la labor de captar a las mujeres e introducirlas en nuestro país mediante engaños y con promesas de un trabajo legal y bien remunerado.

Una vez en España, las jóvenes eran controladas por los miembros de la organización y eran objeto de sanciones económicas en el caso de que desobedecieran las órdenes de los organizadores de la red. Esto les servía para alargar la deuda de las jóvenes y perpetuarlas en la prostitución.

Por esta medida de castigo, la denunciante sufrió varias vejaciones tras intentar escapar dos veces de sus explotadores. La primera vez la recluyeron en un apartamento del sur de la isla de Fuerteventura donde la abandonaron varios días con agua y sin alimentos, hasta que fue socorrida por unos vecinos.

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