- En la operación fueron detenidas 35 personas, 20 de nacionalidad china y 15 españoles, uno de ellos funcionario del Principado
OVIEDO, 31 Oct. (OTR/PRESS) -
La Jefatura de Policía de Oviedo (Asturias) desarticulado una red de inmigración ilegal que se dedicaba a explotar a ciudadanos procedentes de China, en la operación más importante llevada a cabo en nuestro país contra la inmigración clandestina oriental. La 'Operación Dragón', cuya investigación se ha prolongado nueve meses, se ha saldado con un total de 35 personas detenidas, 20 de ellas de nacionalidad china y 15 españoles, uno de ellos funcionario del Principado. Sin embargo, tal y cómo aseguraron las autoridades, la operación contra esta red todavía no ha finalizado.
Uno de los implicados en los hechos es un trabajador de la Consejería de Economía y Administraciones Públicas del Principado de Asturias, según confirmaron el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, y el jefe superior de Policía asturiano, Baldomero Araujo, durante una rueda de prensa. Supuestamente esta persona, de la que no ha trascendido la identidad, colabora con la red aportando conocimientos sobre el mundo empresarial. Trevín aseguró que se trata de "la operación más importante sobre una red de inmigración china que se ha realizado en España. Dijo además que la investigación se pudo desarrollar de forma satisfactoria gracias a la "iniciativa" de los encargados de la investigación.
Los 35 detenidos, 20 chinos y 15 españoles, están acusados de formar parte de un complejo entramado empresarial cuyo fin principal se centraba, supuestamente, en conseguir permisos de residencia y trabajo para ciudadanos de nacionalidad china para ejercer como empleados del hogar, aunque su destino fuese distinto. El cabecilla de la red era el encargado de captar a los futuros trabajadores chinos, además aprovechaba los contactos de su país para seleccionar y cobrar por certifiados de normalización entre 2.000 hasta 4.000 euros a las personas chinas que emprendían un largo viaje hasta Asturias.
FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS Y EXPLOTACIÓN
La red llegó incluso a falsificar documentación para facilitar todo el proceso de regularización. Los recién llegados en realidad no venían a trabajar en la actividad en la que habían sido contratados, sino que pasaban directamente a trabajar en los bazares y restaurantes chinos propiedad de una familia de nacionalidad china, y que además cedía a los ilegales a otros locales distribuidos en el resto de España. Para conseguir los permisos de residencia falsos, los presuntos explotadores habían diseñado un sistema de empresas "piramidal" o en "cascada", y a través de ellas cumplían todas las formalidades exigidas por la actual Ley de Extranjería.
Con este sistema, la red introdujo en Asturias unos 130 trabajadores chinos, una cifra que supone una ter era parte de la población de esta nacionalidad residente en la comunidad. El jefe superior de Policía asturiano, Baldomero Araujo, explicó que a partir de este momento la situación de estas personas será estudiada "una a una". Los indivíduos que lleguen "conociendo" la red o "colaborando con la red" serán expulsadas a su país, añadió.
En la 'Operación Dragón' participaron 40 policías de la Jefatura Superior de Policía y 15 funcionarios de la Inspección de Trabajo, pero además colaboraron distintas administraciones como el Consulado de España en Shangai (China), como por ejemplo, la Oficina Única de Extranjeros de la Delegación del Gobierno y la Inspección de Trabajo del Ministerio de Trabajo y de la Seguridad Social. Se analizaron en total 5.600 folios de documentación y se confeccionaron seis atestados policiales.