- Rajoy dice que hablar de paz es "un chiste" mientras "sigue la extorsión y la violencia callejera"
PAMPLONA/MADRID, 21 Nov. (OTR/PRESS) -
Batasuna y el Gobierno coinciden en una cosa: el proceso no va bien. Después de que ayer las autoridades francesas confirmaran que fue ETA la que robó 350 pistolas y con los constantes episodios de kale borroka de fondo, el portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, reconoció que "el proceso de paz no avanza". Más allá fue el dirigente de Batasuna, Joseba Álvarez, que advirtió que el proceso "está llegando a una situación crítica", ya que desde que ETA anunció el alto el fuego el único avance que se ha producido fue la declaración de Zapatero ante el Congreso. Y si para el PSOE no avanza y para Batasuna está en una situación crítica, para el PP el proceso de paz directamente no existe. Así lo aseguró el líder de los populares, Mariano Rajoy, que afirmó que mientras "sigue la extorsión y la violencia callejera" hablar de paz es "un chiste".
"Con violencia no avanza el proceso de paz y no puede ni arrancar el diálogo", volvió a proclamar López Garrido en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados que señaló que actuaciones como el robo de las pistolas en Francia hacen que el proceso que paz sea "imposible e incompatible".
El portavoz socialista quiso dejar claro que la postura del Gobierno sigue siendo que "en cuanto haya violencia no cabe el diálogo", lo que es totalmente coherente con la resolución que el Congreso de los Diputados aprobó en mayo de 2005 y con las directrices que estableció Zapatero en su comparecencia en junio ante la Cámara Baja.
Los propios miembros del Gobierno reconocen el proceso no se encuentra "en el mejor de sus momentos", tal y como admitió ayer el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y hoy hizo el titular de Defensa, José Antonio Alonso, que, en todo caso, abogó por no caer "en el pesimismo extremo". Alonso destacó que el Gobierno ya ha explicitado "en múltiples ocasiones" que "tiene la obligación de aplicar la Constitución y las leyes" y, a través de ese marco, "tratar de acabar con un problema que no merece este país".
Una visión muy distinta a la que tiene Batasuna, que afirma que el proceso de negociación "no tiene que tener como límites el marco constitucional del Estado Español" y advirtió de que "el derecho de autodeterminación y la territorialidad son aspectos fundamentales en la agenda política". Así lo aseguró hoy Joseba Álvarez, que en declaraciones a los medios antes de su participación en una charla en la Universidad Pública de Navarra, advirtió que el proceso de paz "está llegando a una situación crítica".
BATASUNA PIDE MÁS "PASOS"
Y para el dirigente de la formación ilegalizada esta mala situación se debe a que desde que ETA anunció el alto el fuego permanente "el único avance" que se ha producido es la declaración de Zapatero en el Congreso, ya que "desde entonces lo único que se puede ver es la doctrina Parot y la condena a De Juana Chaos". "ETA ya ha dado un alto al fuego. Hay una constatación general de que el alto el fuego es real. Ahora, hace falta que la otra parte, el Estado español y el francés, den pasos", demandó.
Pasos que, según Rajoy, se dan en el contexto, no de un proceso de paz, sino en el de una "negociación política" en la que "se habla de autodeterminación, de mesa de partidos, del derecho a decidir y de lo que se puede hacer o no con Navarra". Para el líder del PP es "un chiste" hablar de la existencia de un proceso de paz mientras "sigue la extorsión, la violencia callejera, el terrorismo urbano y ETA no ha manifestado ninguna voluntad de disolverse como organización criminal".
"Lo que sí hay es una negociación política con ETA, pero no se puede hablar de proceso de paz cuando nos encontramos con una organización que acaba de robar 350 pistolas en Francia", insistió. Además Rajoy aprovechó para comparar la situación actual con la de la tregua de 1998 y aseguró que la diferencia más importante es que el Gobierno de Aznar no tenía "ninguna" intención de negociar políticamente con ETA, porque "hacer eso es reconocer que el terrorismo es un instrumento válido para hacer política, algo que es inaceptable".