Crónica Gente.- El agente que arrestó a Mel Gibson, en un sinvivir

- Ha emprendido una lucha legal contra su Departamento por haberle forzado a "desinfectar" su informe sobre la noche de la detención

MADRID, 7 Dic. (OTR/PRESS) -

No sólo en las tramas policiales en torno a sospechosas sustancias se viven supuestas presiones de los superiores o presuntos borrones de tipex en informes oficiales. El agente de la Policía del Condado de Los Angeles (California) James Mee ha emprendido una batalla legal contra su antiguo Departamento por las presiones a las que fue sometido tras detener al afamado actor Mel Gibson. Desde aquel sonado episodio, en el que un etílico Gibson profirió amenazas e insultos antisemitas, Mee se encuentra en un sinvivir, con Asuntos Internos tras sus talones y un informe falseado sobre su conciencia.

El antiguo ayudante del Sheriff en el Condado de Los Angeles explica su calvario en una carta enviada a su Departamento en octubre y que fue filtrada a la prensa, según informaciones de 'TMZ' recogidas por OTR/Press. La misiva, remitida por el abogado del agente, Richard Shinee, explica la "experiencia traumática" que está atravesando Mee tras la controversia de la detención de Gibson en julio por conducir a altas velocidades y evidentemente ebrio.

Mee denuncia que sólo "72 horas después del arresto de Mr.Gibson" Asuntos Internos abrió una investigación y se le sometió a un interrogatorio de más de cinco horas. Durante ese tiempo fue "obligado a dar una completa declaración en torno a la conversación entre él y Mr.Gibson, incluyendo cuestiones relacionadas con presuntas filtraciones a la prensa", explica el letrado.

El agente informó a Asuntos Internos de que, tras la detención del actor, fue obligado a elaborar un informe "desinfectado", omitiendo los detalles de cualquier declaración antisemita de Gibson en el lugar del arresto y que lo hizo "lo que es peor, contra su voluntad". Sin embargo, al agente Mee se convirtió en sujeto de una investigación criminal "inmediatamente" después de dicha reunión.

Según 'TMZ', Mee fue expulsado del cuerpo motorizado de Malibú, en cuya avenida principal fue arrestado Gibson en julio, y ha sido reasignado a otra ciudad del Condado de Los Angeles. Además, se informa de que el Departamento del Sheriff ha abierto otra investigación a Mee alegando una discusión con un superior. Según el abogado, este último hecho "no es más que otra pieza del acoso en curso".

NADA DE JUDÍOS, DESPUÉS DE TODO

Gibson y sus malentendidos con los judíos siguen en primer plano de la actualidad en Estados Unidos, esta vez por la denuncia del presidente de la Organización Sionista de América, Morton Klein, que ha denunciado que el actor ha abandonado el "camino a la salvación" emprendido tras sus gritos antisemitas. En declaraciones a 'Hollywood.com' recogidas por OTR/Press, Klein explica que Gibson se comprometió a reunirse con los líderes hebreos, pero que, ahora, ha cambiado de opinión.

"Llamé a su publicista, le dije que estaría en Los Angeles 10 días y que me gustaría reunirme con Gibson en privado, 'off the record'. Pero el publicista me devolvió la llamada y me dijo que Gibson no quería reuniones con judíos, después de todo", aseguró Klein, que añadió, amenazante, "le hemos dicho a nuestra gente que no apoye ninguno de sus proyectos".

La detención de Gibson en julio trajo más cola de la que el propio actor podría haberse imaginado. Cuando le detuvieron en Malibú el director, productor y guionista de 'La pasión de Cristo' no previno que gritar "los judíos son responsables de todas las guerras que hay en el mundo" repercutiría en algún que otro contrato cinematográfico de cifra suculenta en manos hebreas. Ni arrepentirse públicamente del "balbuceo de un borracho" le libró de la estigmatización.

El episodio tuvo hasta su vis cómica en la serie 'Ley y Orden', en la que el cómico Chevy Chase interpretaba a un actor en paro que había sido detenido por conducir ebrio. "Los judíos absorben todo el dinero de esta ciudad y lo envían a Israel para hacer bombas y matzoh!" proclamaba el papel de Chase, que culpaba a la etnia hebrea de su carencia de empleo.