- Recuerda que es un día para mirar al cielo y recordar a los que están contemplando al Señor
MADRID, 31 Oct. (OTR/PRESS) -
La Iglesia considera que celebrar el Día de Todos los Santos y Halloween es "contradictorio" y "poco pedagógico". Según explicó el director de la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española, el padre Joan María Canals, la tradición anglosajona disfraza y hace jugar a los niños con elementos que tienen que ver con el miedo, la muerte y la magia negra mientras que la Iglesia Católica intenta dar a este día un aire más trascendente. "La Iglesia hace memoria de de todos los que gozan en el cielo contemplando al Señor", recordó.
La tradición de Halloween se ha implantado con mucha fuerza en pocos años en España. De origen anglosajón, el día clave es el 31 de octubre, cuando es tradición disfrazarse con motivos que tienen que ver con la muerte y la magia negra. Son típicas las calabazas huecas a las que se ha perforado los rasgos de una cara y, en Estados Unidos, los niños van de casa en casa pidiendo caramelos.
En España las primeras señales de Halloween aparecieron en los años 80 en fiestas de locales de copas y en pocos años esta tradición se ha implantado con una fuerza tal que incluso los niños en los colegios públicos van disfrazados. De manera que en la actualidad, mirando sólo el plano más superficial, los huesos de santo, los buñuelos y las visitas a los cementerios compiten con los sombreros de bruja, las calabazas y las fiestas de disfraces, por no hablar del sentido trascendente de la fiesta católica.
El padre Joan María Canals cree que esto es "poco pedagógico" para los niños porque "una cosa es la muerte y otra el juego y entre medias están los niños". "¿Qué idea de muerte queda en el corazón del niño que se ha disfrazado de calavera y ha estado jugando?", se preguntó. En su opinión, "hay que vivir esta fecha con un sentido cristiano ya que se celebra el día en que la Iglesia católica hace memoria de todos los que gozan en el cielo contemplando al Señor". "Hay muchas costumbres que se pueden adaptar y otras, desde un sentido cristiano, no", dijo.
ORACIONES MAS QUE FLORES
El padre Canals explicó que la Iglesia celebra Todos los Santos y hace memoria de los fieles difuntos un día detrás de otro. La primera celebración consiste en recordar a todas y cada una de las personas buenas, que han muerto en gracia de Dios y que han vivido el Evangelio según las Bienaventuranzas y que por no haber sido beatificados ni canonizados, no tienen una celebración en un día determinado.
Al día siguiente "la Iglesia recuerda a los que han muerto, los seres queridos, rogando por todos los que todavía están en camino para llegar a ser santos y están purificando sus culpas en el purgatorio". "Ellos necesitan nuestras oraciones más que las flores. La visita al cementerio es una piadosa costumbre, pero no nos quedemos ahí. Ellos esperan de nosotros mucho más y es una plegaria que brote de lo hondo de nuestro corazón", dijo.
En resumen, considera que por razones pedagógicas hay que evitar lo disfraces para niños con signos que no son educativos para su edad y que se han introducido por consumismo u ocultismo ya que "pueden afectar su sensibilidad a pesar de ser un juego". "Deben disfrazarse con vestidos que les lleven a contemplar el cielo y que les animen a realizar obras buenas y guardar en su corazón un día gozoso y alegre como es el Día de Todos los Santos", argumentó.