Actualizado 09/11/2006 20:39

Crónica Internacional.- Miles de palestinos piden venganza en los funerales por los 18 muertos en Beit Hanun

- Olmert, que se confiesa "muy preocupado", achaca la matanza a un error técnico en el radar de la batería o en el ordenador de disparo

BEIT HANUN (FRANJA DE GAZA), 9 (OTR/PRESS)

"Dios es más grande que Israel o América" o "Dios queremos venganza", son algunos de los gritos que se escucharon durante los funerales de las 18 civiles asesinados ayer por un proyectil en Beit Hanun y a los que acudieron miles de palestinos. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, que dijo estar "muy preocupado", achacó la mascre a un error técnico. El comité que investiga el suceso cree que se debió al desvío de un proyectil debido a un error en el rádar de la batería o en el ordenador de disparo.

Miles de palestinos acudieron al entierro de los 18 miembros de la misma familia, que fallecieron ayer al caer un proyectil sobre la casa en la que dormían. El gentío les acompañó en el periplo desde el hospital hasta sus casas, adonde fueron trasladados antes de oficiarse los funerales.

Las víctimas serán enterradas juntas en el cementerio en construcción de Beit Hanun ya que no había ningún otro con capacidad para todos. El cortejo fúnebre partió de dos puntos distintos, ya que ninguno de los hospitales de la localidad tenía capacidad suficiente en su morgue para acoger tantos cadáveres.

Los convoyes se reunieron a la entrada de Beit Hanun para entrar juntos, mientras sonaban las sineras y la gente congregada a ambos lados de la carretera gritaba "Dios es grande" y "Dios queremos venganza".

En una entrevista a la cadena británica Sky TV, Olmert expresó su malestar por las muertes asegurando que se encuentra muy preocupado y muy incómodo por el suceso, que atribuyó a un error técnico. "Este caso concreto fue un error. No fue un ataque planeado. Se debió a un error de la artillería israelí. Lo comprobé y lo verifiqué", dijo.

Olmert pidió reunirse de inmediato con el presidente palestino, Mahmud Abbas, que según dijo, rechazó entrevistarse con él. "Se sorprenderá cuando se reúna conmigo de ver cómo de lejos estamos dispuestos a llegar. Puedo ofrecerle mucho", aseguró.

Y es que, el comité del Ejército israelí que investiga el caso baraja como la opción más probable que un proyectil se desviara de su trayectoria, bien por un error técnico o por un fallo humano. Así lo anuncia el diario 'Haaretz', que detalla que el error podría haberse producido bien en el rádar de la batería de artillería o bien en su ordenador de disparo, ambos operados de forma manual.

Los investigadores del Ejército deberán presentar un informe sobre los hechos al ministro de Defensa, Amir Peretz, y al jefe del Estado Mayor, general Dan Halutz, en las próximas horas. Nada más producirse el ataque a primera hora de la mañana de ayer, Peretz ordenó al Ejército que suspendiera todos los disparos de artillería en Gaza hasta que se completara la investigación.

ARTILLERIA

Según la reconstrucción de los hechos que ha realizado hasta ahora el comité, y que recoge 'Haaretz', tras el disparo el martes por la tarde de cuatro cohetes Qassam mejorados contra Ashkelon y después de que la inteligencia militar tuviera conocimiento del posible disparo de más cohetes por parte de los milicianos palestinos, la división de Gaza del Ejército decidió recurrir a la artillería para atacar el lugar desde el que presuntamente se realizarían los nuevos disparos.

La batería, prosigue el diario, fue ajustada y realizó tres o cuatro disparos contra un lugar a un centenar de metros del verdadero objetivo y posteriormente fue ajustada de acuerdo con éste. Hacia las 5:30 horas del miércoles, la batería disparó una docena de proyectiles que impactaron a unos 1.200 metros de las casas de Beit Hanun alcanzando su objetivo.

Un cuarto de hora después, la batería disparó otra docena de proyectiles, programados para impactar a unos 450 metros de las casas. Según el radar de la batería, diez de estos proyectiles dieron en el blanco, pero no se pudo determinar dónde cayeron los otros dos. Precisamente, minutos después, se recibían las primeras informaciones de víctimas civiles en Beit Hanun.

Por el momento, el Ejército israelí no está seguro de si sólo los dos proyectiles perdidos fueron los que alcanzaron la casa en la que se encontraban las víctimas o si hubo más. Según el Ejérctio, el margen normal de desviación de un proyectil de artillería es de unos 200 metros, de ahí el que en Gaza no se dispare contra objetivos a menos de 450 metros de las zonas habitadas.

Para que se produzca una desviación de 450 metros, según indicó al diario un ex oficial de artillería, Zvi Fogel, debería producirse una desviación de tres grados en la lanzadera, que no sería detectable al ojo humano. Esto podría explicarse, según Fogel, por un problema con el radar o un problema con la computadora de la batería, que no aplicó correctamente el radio de acción.

Estas muertes suponen el mayor balance de víctimas en un único incidente desde que comenzó la actual Intifada en septiembre de 2000, mientras que el mayor balance de israelíes muertos es de 29, en un atentado suicida en la Pascua en marzo de 2002.

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