Actualizado 12/02/2007 18:53

Crónica Juicio 2.- Piden 30 años para el cerebro del secuestro de los dos empresarios españoles en Georgia en 2000

- El acusado, el cubano nacionalidad español Arnaldo Orta Luzardo, fue detenido en 2006 en Las Vegas y extraditado a España

MADRID, 12 Feb. (OTR/PRESS) -

En noviembre de 2000 José Antonio Remiño y Francisco Rodríguez Cabal, dos empresarios españoles, fueron secuestrados en Tiflis (Georgia). Durante 373 días permanecieron "privados de libertad en condiciones infrahumanas". El autor intelectual del secuestro, Arnaldo Orta Luzardo, de 44 años y nacido en Cuba aunque nacionalizado español, fue detenido el pasado año en Las Vegas (Estados Unidos) tras huir de la justicia después de la liberación de los dos españoles. Posteriormente, Estados Unidos lo extraditó a España. Ahora, la Fiscalía española solicita una pena de 30 años de cárcel para él.

El fiscal de la Audiencia Nacional Francisco Gordillo relata que Orta, ideó obtener dinero de forma ilícita "mediante la privación de libertad de varias personas para cuya liberación se exigiría una fuerte cantidad de dinero a sus familias". Según Gordillo, los hechos constituyen dos delitos de secuestro cometido por cuidadano español en el extranjero, por lo que pide 30 años de prisión para Orta, así como una indemnización para Tremiño y para los herederos de Rodríguez Cabal, fallecido a causa de un cáncer, de dos millones de dólares, más otro millón de euros a cada uno en relación a los días privados de libertad, así como a las secuelas psicológicas.

Orta, fue detenido el 17 de abril de 2006 en Las Vegas, tras haber sido localizado a principios de ese año en Puerto Rico. Desde ahí viajó a Nueva York y finalmente a la ciudad de los casinos. El acusado huyó de Georgia tras la liberación de los dos rehenes.

EL SECUESTRO

Los hechos se produjeron cuando los dos empresarios viajaron a Georgia para "hacer negocios". Orta invitó a Tremiño, empresario vallisoletano, y a Rodríguez Cabal a su hotel con el pretexto de ver su nuevo negocio, el Hotel London en Tiflis, donde ya tenía pensado, con la colaboración de policías y funcionarios georgianos que ya han sido condenados por los hechos , secuestrar a los dos emnpresarios. Fueron raptados el 25 de noviembre de 2000 cuando eran trasladados desde el Hotel London hasta el aeropuerto. Arnaldo Orta era el encargado de acompañarles. Sin embargo, finalmente no fue él quien les acompañó, ya que según explicó él mismo, ese día se quedó dormido y a los dos empresarios les acompañó un teniente coronel de la policía del país, que era a su vez empleado de Orta.

El secuestro estuvo planeado al detalle ya que durante el recorrido hasta el aeropuerto, los secuestrados y su acompañante pasaron inadvertidos en numerosos controles policiales, prueba de que funcionarios georgianos colaboraron en la perpetración del rapto. El Mercedes en el que viajaban fue interceptado por una banda de delincuentes que agredieron ficicamente a los dos empresarios. Además, se les despojó de todos los objetos que portaban, así como de los documentos de identidad. Durante todo el cautiverio fueron trasladándoles de sitio en sitio, así hasta nueve veces, pero siempre en unas conciciones infrahumanas. En todo momento permanecieron encadenados.

EL RESCATE

Los empresarios estuvieron retenidos durante un año, durante el cual los secuestradores se pusieron en contacto con la familia numerosas veces para pedir el rescate. Arnaldo Orta se erigió como mediador entre los familiares y los secuestradores, pidiendo pos los dos 7 millones de dólares. Al resultar la negociación infructuosa, Orta desapareció sin dar ninguna explicación. Tras esto, la familia pagó un primer rescate, y la persona que les custodiaba, llamada por ellos 'El Capitán', contó a los rehenes que les habían secuestrado gracias al chivatazo de un hombre de negocios español, que se supone es Orta, y cinco policías militares de los servicios antiterroristas.

'El Capitán' decidió tomar las riendas del asunto y comenzó a llamar a las mujeres de los secuestrados, pidiéndoles 500.000 dólares más y diciéndoles que no confiaran en Orta, que se hacía llamar 'Álex' ya que él era el verdadero cerebro de la trama. Así, la familia encontró un mediador nuevo que negoció con 'El Capitán' y tras el pago de 2 millones de dólares en total, los empresarios fueron liberados el 8 de diciembre de 2001.

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