Actualizado 11/12/2006 19:48

Crónica Juicio(2).-El acusado de triple parricidio de Alzira proclama su inocencia en la primera sesión del juicio

- Está acusado de acabar con la vida de su ex pareja y los dos hijos de corta edad de ambos tras prender fuero a su casa, en 2004

VALENCIA, 11 Dic. (OTR/PRESS) -

Ismael Pablo R.G se presentaba hoy ante la Audiencia de Valencia con una camiseta negra en la que se podía ver la foto de sus dos hijos y gritando "soy inocente". El acusado se enfrentaba así a la primera sesión del juicio en el que se le acusa de triple asesinato, el de su ex pareja, Jenny Lara, con la que convivió 13 años, y el de sus dos hijos de siete y tres años. Los tres fallecieron a causa de un incendio que, supuestamente, provocó el imputado en el piso donde vivían las víctimas en la localidad valenciana de Alzira.

Durante el juicio, el fiscal pidió 64 años de prisión para el procesado, a razón de tres asesinatos consumados y otro más en grado de tentativa, ya que en el domicilio se encontraba también un amigo de las víctimas que sufrió quemaduras de primer grado. Además, deberá pagar una multa de 21.600 euros por quebrantar la medida judicial que le impedía aproximarse a su ex mujer, pues el imputado tenía una orden de alejamiento.

El presunto parricida se declaró inocente en la vista, en la que se presentó vestido con una camiseta negra en la que reclamaba su inocencia y con fotos de sus dos hijos. "Justicia para mis hijos. Soy inocente", gritó a su entrada. El fiscal pide la inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad con respecto al hijo mayor, que tras la separación vivía con él y que indemnice a los herederos de Jenny con 120.000 euros.

LOS HECHOS

El suceso, tuvo lugar en abril de 2004, cuando de madrugada el procesado acudió al domicilio de su ex compañera con una bolsa de gasolina y logró entrar con las llaves de uno de sus hijos. Arrojó el líquido por debajo de la puerta, con "pleno conocimiento" de que los dormitorios donde dormía su familia estaban junto a la puerta, y prendió fuego con el fin de que ardiera la puerta de entrada y que no pudieran salir.

Tanto la ex pareja del procesado como un amigo de la familia que se encontraba en casa trataron de sofocar las llamas, pero éstas ya se habían adentrado en la casa. Entonces, Jenny Lara, se asomó a la ventana para pedir ayuda a gritos, pero no sirvió de nada, ya que tanto la mujer como los dos niños murieron por asfixia y los bomberos encontraron sus cuerpos completamente calcinados en el suelo de la habitación. Por su parte, el amigo de las víctimas se dirigió al balcón de la sala de estar, donde fue rescatado por los bomberos con quemaduras de primer grado en la mano y una leve intoxicación por gases tóxicos.

Una hora después de los acontecimientos, la Policía Nacional se personó en la vivienda del acusado, que en un principio se negó a abrir la puerta. En el trayecto en coche hasta la Comisaría, el acusado nunca confirmó ser el autor del incendio, pero comentó a los agentes: "lo que mal empieza, mal acaba...claro, como es una puta, te busca la ruina...".

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