- El alcalde de Madrid espera que "de verdad, en el futuro estas cosas se queden única y exclusivamente en el capítulo de la memoria"
MADRID, 24 Nov. (OTR/PRESS) -
Al final, el trabajo es el trabajo y el deber ha pesado más que las pasiones personales, que sin duda las hay entre el alcalde y la presidenta de la comunidad de Madrid. Durante un acto en la inauguración de la estación de Metro 'El Capricho' en el barrio de Alameda de Osuna, los líderes madrileños escenificaron un punto y aparte en la polémica que han vivido en los últimos días a cuento de la biografía de Esperanza Aguirre con un escueto y elocuente frío beso. Gallardón esperó a un acto posterior en el que ya no estaba la presidenta, para enviarle un mensaje a través de los medios: "Acepto sus disculpas pero de verdad que en un futuro estas cosas se queden única y exclusivamente en el capítulo de la memoria", dijo.
Reconciliación en las formas. Antes de introducirse en la boca del metro, Alberto Ruiz Gallardón cruzó un enorme tumulto para acercarse a Esperanza Aguirre y le espetó un frío beso después del cual, sin más, se dio la vuelta. La frialdad continúo durante gran parte del acto y se diluyó algo cuando montaron en el vagón ya de regreso y comenzaron una charla más distendidos.
Aguirre aprovechó su discurso para dar las discrepancias por "totalmente superadas". "Por mi parte desde luego", aseguró ante el secretario general del PP, Francisco Granados, y Ruiz Gallardón, visiblemente serio. Según recalcó la presidenta, su presencia conjunta en el acto es la mejor prueba de que "la normalidad institucional está muy por encima de las discrepancias, que las ha habido", recalcó por si alguien tuviera duda. "El alcalde sabe mejor que nadie el aprecio que le tengo en lo humano y en lo político y que están muy por encima de las discrepancias", continuó.
MAS SONRIENTES
Sin embargo, el alcalde declinó hacer ninguna declaración a los medios en ese acto, en el que se limitó a escuchar a Aguirre. No habló hasta horas más tarde, durante un evento posterior sobre violencia de género en la Plaza de Colón de Madrid.
De hecho, tras las declaraciones de la presidenta poniendo tierra por medio, ni hubo abrazo ni beso de reconciliación, aunque se mostraron más sonrientes que al comienzo del acto. Ya en el exterior, se marcharon en sus respectivos coches oficiales tras darse un rápido beso.
Más tarde, en declaraciones a los medios, Gallardón dio por zanjado el tema aunque manifestó su confianza en que "en el futuro estas cosas se queden única y exclusivamente en el capítulo de la memoria". Gallardón dijo que "aceptaba" las disculpas. "Nunca en mi vida a nadie que me haya pedido disculpas o perdón he dejado de aceptarlas", declaró.