- El Consejo de Europa se atreve, por primera vez, a poner un coste a la violencia de género: 33.000 millones de euros al año
MADRID, 27 Nov. (OTR/PRESS) -
El Consejo de Europa ha ido un paso más allá en la lucha contra la violencia por razón de género ante las dramáticas cifras que arroja el último informe realizado por el organismo a nivel europeo. Según el mismo, un 25% de las mujeres europeas ha sufrido malos tratos una vez en su vida y un 10% ha sido víctima de agresiones sexuales. Pero el documento hace hincapié especialmente en el coste que la violencia machista en las arcas de los Estados, que se eleva, según los cálculos, a los 2.400 millones de euros al año en promedio por estado miembro, lo que equivale a unos 33.000 millones de euros sólo en Europa.
El informe sobre esta lacra social fue presentado hoy en el marco de la conferencia organizada por el Consejo de Europa en el Senado español, a la que acudieron representantes de cerca de 300 ONG's. El documento subraya el coste de la violencia de género en el ámbito social, judicial, policial o sanitario, y estima que los principales costes vienen determinados por el absentismo laboral, la reducción de la productividad o los accidentes de trabajo (707 millones).
Los cálculos también destacan el coste humano y emocional, que cifran en 628 millones, la atención social a menores (590 millones) asistencia jurídica (61 millones) y asistencia sanitaria (371 millones). Con todo, el gasto se eleva a 60 euros por persona al año, lo que supone aproximadamente 2.400 millones por Estado, unos 33.000 millones de euros en toda Europa.
Sin embargo, el informe, expuesto por la profesora de Estudios de Género Carlo Hagemann (Universidad de Osnabrück, Alemania) también aporta cifras sobre la situación de la violencia de género en la sociedad actual y sus consecuencias, traducidas en abuso de drogas, problemas sexuales o psicológicos. Así, pone de manifiesto que una de cada cuatro mujeres europeas ha sufrido malostratos al menos una vez en su vida, y que una de cada diez ha sido víctima de una agresión sexual.
Llama la atención sobre los efectos que provocan estas situaciones en los menores que conviven con la violencia de género, como el estrés postraumático, y advierte de que los niños que son testigos de violencia sobre sus madres tienden a reproducir estas conductas cuando son mayores, mientras que las niñas son más proclives a sufrir violencia al llegar a adultas.
ESPAÑA, CON LA BATUTA
Aunque el Consejo de Europa reconoce que la mayoría de los Gobiernos ha impulsado planes de acción contra este problema y elogia el hecho de que España "ha llevado la batuta" contra este problema, critica, no obstante, que "se ha dejado en manos de las ONG" la protección a las víctimas y, a menudo, éstas no reciben la financiación necesaria. En este sentido, el comisario de Derechos Humanos, Thomas Hammarberg, denunció que las medidas tomadas de momento "están siendo inadecuadas" y advirtió que la mayoría de las víctimas son agredidas en su propio domicilio.
Por ello, el Consejo reclama que se haga hincapié en las medidas de protección y alejamiento, los servicios de apoyo, la detección en el ámbito sanitario y el impulso de los hogares de acogida. No obstante, cree que este último recurso debe enfocarse "a corto plazo" y como medida de emergencia, puesto que las víctimas tienen derecho a permanecer en su hogar y es el maltratador el que debe alejarse del domicilio.
El comisario europeo también señaló la necesidad de tomar medidas de protección sobre el colectivo de mujeres inmigrantes que, a su modo de ver, sufren una situación de "especial vulneración" dado que por líneas generales dependen del trabajo de sus parejas, lo que se añade a las dificultades que tienen para presentar una denuncia, por el temor a perder el permiso de residencia, en el caso de ser irregulares. Por ello, reclamó medidas de protección y garantías de residencia legal para este colectivo, así como servicios "más completos y accesibles".
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