- Los artistas preparan una actuación "muy especial" con "metales, coristas y violines" para jugárselo "todo a una fecha"
MADRID, 31 Oct. (OTR/PRESS- I.Arias & M.Martorell) -
Una única fecha para un disco tal vez irrepetible. Ese es el espíritu con el que Enrique Bunbury y Nacho Vegas se enfrentan al concierto en el Liceo de Barcelona, que tendrá lugar el próximo 30 de noviembre. Después de superar esa suerte "de control de calidad" que, según aseguran, la Generalitat obliga a pasar para abrir las puertas del Gran Teatro, ambos artistas son conscientes de que el lugar se merece una actuación "muy especial". Por ello, la presentación en directo de 'El tiempo de las cerezas' tendrá un "extra de metales, coristas y violines" y Bunbury y Vegas lo pondrán "todo" en el escenario. Al fin y al cabo, el disco también se lo merece.
Ninguno de los dos sabe responder cuando se les pregunta cómo han conseguido que el Liceo de Barcelona abra sus puertas, por primera vez en su historia, al rock español. "Les debimos gustar a las secretarias", bromea Bunbury, que también precisa irónico que "del mundo del rock & roll" Bjork, la Pantoja y Van Morrison también han conseguido un hueco en la programación del Gran Teatro de Barcelona. "Hay una especie de control de calidad por parte de la Generalitat para entrar en el Liceo. Les mandamos el disco y lo pasamos. Es lo único que sé", explicó durante una entrevista concedida a OTR/Press.
De hecho, cuando surgió esta oportunidad, Bunbury y Vegas se encontraban en las primeras semanas de la promoción de su disco, 'El tiempo de las cerezas', y, por aquel entonces "no teníamos pensado hacer gira". La ocasión del Liceo les ha puesto en bandeja "cerrar la promoción del álbum y cubrirnos un poco las espaldas" y, además, sirve como "excusa para hacer un directo con el disco, que creíamos que lo merecía". Pero la cita del Gran Teatro de Barcelona supone al mismo tiempo una gran responsabilidad para ambos y, por ello, "vamos a intentar que por ser sólo una fecha no quede una cosa fría".
Para ello, el maño y el gijonés preparan "precisamente por ser el Liceo, algo muy especial", como "grabarlo para una posible edición posterior". Lo que sí es seguro es que Bunbury y Vegas estarán acompañados, además de por la banda que les apoyó durante la grabación de 'El tiempo de las cerezas', por un "extra de metales, coristas y violines". "El trabajo que hicimos en la producción del álbum fue tan concienzudo y milimétrico en los arreglos que de alguna forma tenemos que intentar representar bien todo ese trabajo" sobre el escenario del Liceo, consideró Bunbury.
PROFESIONALES EN EL ESCENARIO
Así, ambos artistas se "encerrarán" los días previos al concierto para prepararlo, aunque se mostraron confiados tanto en los músicos "fantásticos con los que estamos contando" y sin olvidarse de la propia "profesionalidad" que ellos mismos se reconocen: "músicos refutados y con unas carreras largas". Bunbury, no obstante, lleva casi año y medio sin subir a un escenario, aunque eso no le impone respeto de momento, "en todo caso voy a estar ansioso por disfrutar de ese momento glorioso". En cuanto al público, esperan "que la gente se comporte un poco, aunque la mayoría tengan ganas de tirarnos los sujetadores".
El hecho de que sólo tengan un concierto programado para promocionar el disco es, según Vegas "bueno para intentar ponerlo todo en ese concierto y no acabar y decir 'bueno, vamos a hacerlo otra vez' y tener la oportunidad de enmendar lo que haya salido mal". Además, ahora mismo ni él ni Bunbury miran "más allá del futuro más próximo" y, aunque afrontarán el concierto en el Liceo "como un concierto único", tampoco quisieron asegurar que una reedición del recital sea "imposible", porque siempre "es mejor pensar en el futuro a medio plazo como algo incierto".