- Alerta del peligro de dilapidar lo conseguido con la Constitución reabriendo viejas heridas usando la memoria histórica selectivamente
MADRID, 24 Nov. (OTR/PRESS) -
La última instrucción pastoral aprobada por los obispos, 'Orientaciones morales ante la situación actual de España', admite la indulgencia a terroristas para facilitar el fin de la violencia, aunque antes "deben haber renunciado definitivamente a la violencia y al terror como instrumento de presión". Así lo avanzó el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, durante la presentación del resumen de la pastoral, en la que además se alerta del peligro de dilapidar lo conseguido con la Constitución "reabriendo viejas heridas con la utilización de la memoria histórica guiada por una mentalidad selectiva".
La instrucción pastoral da pautas sobre la actitud que deben adoptar los católicos ante la "fuerte oleada de laicismo" que está viviendo España para el fortalecimiento de la fe y de la moralidad de la vida pública. Dentro de este último capítulo, menciona expresamente al terrorismo asegurando que es "intrínsecamente perverso y del todo incompatible con una visión de la vida justa y razonable".
El documento subraya que es "absolutamente ilícita cualquier colaboración con los terroristas con los que apoyan, encubren o respaldan y que una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita e implícitamente a una organización terrorista como representante político legítimo de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político".
No obstante, la Iglesia admite que la sociedad podría adoptar "alguna medida de indulgencia" para terroristas para facilitar el fin de la violencia "no sin antes haber renunciado definitivamente a la violencia y al terror como instrumento de presión", aunque el padre Martínez Camino evitó hacer "especificaciones" sobre este punto. El documento otorga especial atención a las víctimas, a las que expresan su afecto y solidaridad "extensible a familiares, amigos o personas que han sufrido directa o indirectamente el terrorismo".
INDEPENDENCIA DE LOS JUECES
En cuanto a los nacionalismos, reconoce la "legitimidad de sus posiciones", aunque recomienda a todos que piensen y actúen con la máxima responsabilidad y rectitud, respetando la voluntad de los hechos y de la historia, considerando los bienes de la unidad y de la convivencia de siglos y guiándose por criterios de solidaridad y respeto hacia el bien de los demás.
El documento también alerta sobre el peligro que supone "dilapidar" los bienes alcanzados con la Constitución de 1978 y "reabrir viejas heridas con una utilización de la memoria histórica guiada por "una mentalidad selectiva". Para el mejor funcionamiento de la democracia, subraya la importancia de que se respete "la autonomía del Poder Judicial y los jueces", que debería estar custodiada desde la misma designación o elección de los cargos dentro de la institución judicial.