Actualizado 29/11/2006 20:08

Crónica Obispos.- Los obispos creen que legislar sin someterse a ningún principio moral es la antesala del totalitarismo

- Reconocen la legitimidad de los nacionalismos no violentos pero se preguntan por qué romper los vínculos históricos

MADRID, 29 Nov. (OTR/PRESS) -

Los obispos presentaron hoy su instrucción pastoral sobre la situación de España, un documento que avanzaron la semana pasada y que hace un repaso de diferentes cuestiones relacionadas con los temas más candentes de la política actual. En sus 'Orientaciones morales sobre la situación actual de España', los obispos advierten que "no todos los programas políticos son compatibles con la fe" y subrayan que "legislar sin someterse a ningún principio moral es la antesala del totalitarismo". En relación al terrorismo y los nacionalismos, consideran que ETA no puede ser un interlocutor político y aunque reconocen la legitimidad de los nacionalismos no violentos, se preguntan por qué romper los vínculos.

El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, explicó que la instrucción pastoral "no es un documento político sino pastoral", que ofrece a los católicos "una perpesctiva moral sobre la vida pública". En ese sentido, advierte que una democracia sin valores que dijera que lo único bueno es lo que decide el Parlamento "corre el peligro de caer en el totalitarismo".

El documento alerta en concreto del avance del laicismo, que confunde la condición de aconfesionalidad del Estado con la desvinculación moral y la exención de obligaciones morales objetivas para los dirigentes políticos. En esa misma línea, consideran "injustificada y asfixiante" la tendencia de las instituciones políticas a ampliar el ámbito de sus competencias a todos los órdenes de la vida con el riesgo de invadir el ámbito familiar o personal que corresponde a las decisiones de las familias y de los ciudadanos.

Así, califican de "muy doloroso" y de una "grave desobediencia a los designios divinos" el matrimonio homosexual por eliminar de la legislación civil una institución tan importante en la vida de las personas y de la sociedad como es el verdadero matrimonio.

Martínez Camino lamentó la actitud de algunos católicos que prefieren disimular su identidad cristiana "para poder entenderse con los demás", una actitud que considera errónea porque si se renunica a sus planteamientos se está renunciando al diálogo.

En relación al terrorismo, recuerdan que ETA no puede ser considerada como un "interlocutor político" y son partidarios de adoptar "alguna medida de indulgencia" que "facilitara el fin de la violencia" de la banda terrorista si "los terroristas renuncian definitivamente a la violencia y al terror como instrumento de presión".

Asimismo, consideran que "la justicia, fundamento indispensable de la convivencia, quedaría herida si los terroristas lograran total o parcialmente sus objetivos por medio de concesiones políticas que legitimaran falsamente el ejercicio del terror". Advierten, además, que lo único que se puede negociar con los terroristas es su "desaparición".

Por otro lado, instan a partidos políticos y Gobierno a trabajar conjuntamente con todos los medios legítimos a su alcance "para que llegue cuanto antes el fin del terrorismo". Por último, expresan "su afecto, respeto y solidaridad" con las personas, familiares y amigos que han sufrido "directa o indirectamente" el terrorismo.

Por otro lado, la Conferencia Episcopal reconoce la legitimidad de las posiciones nacionalistas que sin violencia y por métodos democráticos pretenden modificar la unidad de España, aunque se preguntan "qué razones hay que justifiquen la ruptura de los vínculos de las relaciones familiares, profesionales, económicas, religiosas y políticas que ha producido esa coexistencia cultural y política" por lo que consideran justo que "todos los afectados" puedan opinar.

DIFERENCIAS ENTRE COMUNIDADES

En relación a los inmigrantes y las mujeres víctimas de la violencia de género, los obispos recuerdan que "en el momento actual" éstos necesitan "una especial atención y ayuda de parte de los cristianos". En un apartado que hace referencia a la caridad cristiana, los prelados también toman en cuenta la situación de los que "no tienen trabajo, los que están solos y las jóvenes que pueden caer en las redes de los explotadores de la prostitución".

Asimismo, destacan "la necesidad de trabajar para superar las injustas distancias y diferencias" entre las comunidades autónomas, tratando de resolver los problemas "más acuciantes" como pueden ser el tema del "agua".

Frente a este "discernimiento" de la situación actual de España, hacen un llamamiento a los católicos "que quieran actuar responsablemente, a valorar, antes de apoyar con su voto una u otra propuesta política, el aprecio que cada partido, cada programa y cada dirigente otorga a la dimensión moral de la vida".

Y es que para los obispos, "no todos los programas son igualmente compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana, ni son tampoco igualmente cercanos y proporcionados a los objetivos y valores que los cristianos deben promover en la vida pública".

La pastoral fue aprobada por 63 votos a favor, seis en contra, tres abstenciones y un voto nulo; un resultado que Martínez Camino enmarcó en la libertad de voto y en la evidencia de que en la Conferencia Episcopal "no hay disciplina de partido".

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