Actualizado 24/10/2006 21:55

Crónica Pipol.- El juez del 'caso Pipol' considera "inadmisibles" las pruebas relacionadas con el 11-M

- Señala que los nuevos datos contra Trashorras, Toro y Nayo proceden de "otro proceso anterior y que se encuentra en curso"

GIJON/MADRID, 24 Oct. (OTR/PRESS) -

El magistrado de la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, Bernardo Donapetry, encargado del 'caso Pipol' justificó hoy su decisión de rechazar las pruebas que el fiscal especial Antidroga, José Perals, intentó ayer añadir al proceso abierto contra 20 detenidos, entre los cuales se encuentran Antonio Suárez Trashorras y Antonio Toro, imputados también en la investigación del 11-M. Según el magistrado las nuevas pruebas contra el ex minero asturiano, su cuñado y José Ignacio Fernández Díaz 'Nayo', son "improcedentes" e "inadmisibles", porque proceden "de otro proceso posterior y que se encuentra en curso".

Dichas pruebas se referían a unos informes de la Policía sobre la dinamita hallada en el plaza de garaje compartida entre Trashorras, Toro y 'Nayo', y los testigos que aportaron los peritos. Según Donapetri, estas pruebas son "improcedentes" porque no se pueden presentar al inicio del juicio oral y no se pueden practicar otras pruebas que no vengan en la calificación provisional. Tan sólo estaría admitido realizar aclaraciones sobre pruebas ya hechas.

Asimismo, el magistrado aseguró que son inadmisibles porque proceden "de otro proceso posterior y que se encuentra en curso", con alusión al 11-M. Además, apuntó que si se admitieran se faltaría al respeto al acusado de ser juzgado por un tribunal "imparcial". Por su parte, Perals replicó una a una las argumentaciones hechas por el magistrado y aludió para ello a varias sentencias del Tribunal Supremo, que habrían creado jurisprudencia.

En concreto, se refirió a la del 20 de julio de 1996, que permite en el momento de empezar el juicio oral aportar pruebas aclaratorias pertinentes y necesarias. El fiscal reiteró que no tuvo acceso a algunas pruebas hasta el pasado jueves y que todas le llegaron con fecha posterior a su escrito de calificación. Perals indicó además que la Sala de la Audiencia había aceptado otra prueba aportada por la defensa de Toro Castro. Para Perals, tampoco se rompe con la imparcialidad de los jueces al intentar presentar estas pruebas. "Averiguar la verdad histórica", dijo que era la finalidad.

Además, puntualizó que la dinamita a la que se refieren los informes que quiere aportar es la hallada por la Policía en 2001 "exclusivamente". Perals hizo esta aclaración porque piensa que hubo alguna malinterpretación en la presentación de las pruebas hecha ayer, tanto por el magistrado como por el abogado de Trashorras, Gerardo Turiel, quien exigió que se desvinculara esta causa con el 11-M.

LA VISTA DE HOY

Durante la vista de hoy, que comenzó con la ausencia de uno de los acusados, P.J.C.M -que llegó tarde-, declararon diez imputados, entre ellos Toro Castro. El imputado declaró que desconocía la procedencia de la dinamita que encontraron en la plaza de garaje donde la Policía halló los explosivos y los detonadores. El garaje era compartido con su cuñado Trashorras -acusado por el 11-M también- y 'Nayo'. Toro aseguró incluso que no poseía las llaves de la plaza.

Toro Castro dijo ante el juez que acompañó a la Policía a realizar la inspección de la citada plaza de garaje el mismo día de su detención -el 25 de julio de 2001- pero que las llaves del local las tenía 'Nayo' en su vehículo. Durante la inspección, se halló hachís y dinamita en una esquina. También había en el lugar "cajas con trastos" que no eran suyos. El acusado negó cualquier vinculación con la venta de dinamita o la compra-venta de cocaína.

Además, reconoció haber mentido en su primera declaración a la Policía, porque apuntó que no tenía ninguna actividad laboral y que no disponía de ingresos, cuando en realidad se dedicaba a la compra-venta de vehículos. A preguntas de su abogada, admitió no haber dicho la verdad porque no tenía licencia para ejercer dicha actividad, pero después de salir de prisión sacó el permiso y puso un establecimiento comercial.

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