- El número de presos de otras nacionalidades crece cuatro veces ,ças que el de los reclusos españoles
MADRID, 1 Ene. (OTR/PRESS) -
El incremento de los extranjeros en el conjunto de la población reclusa española se acentuó durante el año pasado, superando la barrera del 30 por ciento en un colectivo que ha superado ya las 64.000 personas. Para un incremento del colectivo de presos del 4,5 por ciento en 2006, el de los procedentes del extranjero subió en un 9,4 por ciento, cuatro veces más que el 2,2 que lo hizo el de los reclusos de nacionalidad españoles. Según datos de Instituciones Penitenciarias, la población reclusa en España creció en 2006 en 2.897 personas situándose a finales de diciembre en 64.066. A finales de diciembre de 2005, los extranjeros que cumplían condena en alguno de los 77 centros penitenciarios repartidos por España eran 18.343, por los 20.253 con los que se cierra este año, es decir, 1.910 más.
Los marroquíes continúan siendo el colectivo más amplio entre los presos extranjeros, con más de 4.000 internos, seguidos de los colombianos --por encima de los 2.000--. Sin embargo, en 2006 la población reclusa procedente de Rumanía creció hasta desplazar del tercer puesto a los argelinos. Mientras los primeros suman alrededor de 1.300, los argelinos se quedan en 1.099. Más alejados, se sitúan ecuatorianos y venezolanos, en quinto y sexto lugar, con 500 y 540, respectivamente.
De los más de 64.000 internos repartidos entre los 66 centros dependientes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y los once de Cataluña, única comunidad autónoma con las competencias transferidas en esta materia, la mayor parte fueron juzgados y cumplen condena, 48.912, por los 15.154 que están en situación de preventivos, pendientes de comparecer ante un tribunal.
El incremento en casi 3.000 personas de la población reclusa durante todo 2006 se produjo a pesar de que desde septiembre se ha producido un tímido descenso en los centros dependientes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Si en ese mes, las 66 cárceles sumaban alrededor de 55.400 internos, éstas han acabado el año con 55.084. En este ámbito en el que se exceptúa a Cataluña, por sexos, los hombres en prisión suman 45.301 y las mujeres 13.686. SUPERPOBLACION
Para hacer frente a la superpoblación que viven las cárceles españolas, la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha apostado en repetidas ocasiones por aplicar regímenes de semilibertad para algunos delitos, consciente de que la la construcción de once cárceles aprobada por el Gobierno en 2005 se perfila como una situación a largo plazo. Esos regímenes de semilibertad tienen para Gallizo dos objetivos: propiciar la reinserción del preso, evitando que vuelva a delinquir, y disminuir esa "sobrepoblación" que registran las cárceles españolas y que hacen que España tenga a 148 personas entre rejas por cada 100.000 habitantes.
En esta línea, la última reestructuración del Ministerio del Interior, llevada a cabo el pasado 8 de septiembre, incluyó la creación de una Subdirección General de Medio Abierto y Medidas Alternativas. Su cometido son los liberados condicionales y las personas sometidas a penas alternativas y medidas de seguridad --caso de las pulseras con localizador--, así como la gestión, coordinación y seguimiento de la pena de trabajo en beneficio de la comunidad y la pena de localización permanente.