- Expertos aconsejan consumir sólo los ejemplares que se sepa con certeza no son tóxicos
PAMPLONA, 18 Oct. (OTR/PRESS) -
Tres personas de la misma familia permanecen en estado grave desde el pasado 15 de octubre cuando ingresaron en el Hospital Virgen del Camino con un cuadro clínico propio de intoxicación por ingestión de setas, con alteraciones gastrointestinales y del hígado. Apoyándose en este caso, y coincidiendo con la época de recogida, los expertos subrayan que sólo deben comerse las especies de las que se tiene la certeza no son tóxicas y además desmontan los falsos mitos en torno a esta cuestión.
Los tres pacientes fueron ingresados en la UCI con una importante afectación del estado general por alteración gastrointestinal aguda acompañado de una afectación hepática. Los análisis comprobaron la existencia de 'Amanita phaloides' en los tres pacientes.
Al hilo de este caso, el departamento de Salud recuerda que son falsas las reglas generales para identificar setas tóxicas, como el ennegrecimiento del diente de ajo o la cuchara de plata ya que la 'Amanita phaloides', entre otras, no se detecta por estas pruebas. Igualmente es falso que las setas comidas por caracoles o por otros animales no sean tóxicas porque, como ocurre con otras plantas, hay setas que son tóxicas para los humanos y no para los animales.
Las setas deben transportarse en recipientes rígidos y aireados, como cestos, para evitar que se aplasten o fermenten. Deben consumirse preferentemente a la mayor brevedad porque la mayoría se alteran con rapidez; si se conservan en frigorífico, el mejor lugar es el cajón de las verduras. Es recomendable comerlas cocinadas y con moderación, ya que algunas especies son de digestión difícil.
EFICACIA DEL TRATAMIENTO
En caso de intoxicación, los afectados deben acudir a un hospital para recibir tratamiento médico en cuanto adviertan los primeros síntomas, por poco importantes que parezcan, porque la eficacia del tratamiento depende, en buena parte, de la rapidez con que se actúe. Los síntomas varían según la especie que los haya causado: dolor abdominal, hipersudoración, vómitos, diarreas, vértigo, postración, delirios, periodos alternativos de agitación y calma, entre otros.
Conviene que los afectados lleven al hospital los restos de setas que hayan quedado para identificar la especie y aplicar el tratamiento adecuado. Es preciso que acudan todos los que hayan ingerido el mismo tipo de setas, aunque no presenten síntomas.
Estos suelen presentarse entre media hora y tres horas después de la ingesta, aunque las más graves, en particular la intoxicación por "Amanita phaloides", se manifiesta pasadas 8 ó 10 horas, lo que indica que un periodo de incubación largo es señal de una intoxicación más peligrosa.