- Vecinos descartan un "crimen de violencia de género" en un matrimonio "cariñoso, modélico y educado".
OVIEDO/MADRID, 13 Dic. (OTR/PRESS) -
Rafael Luis Villacorta, de 89 años, acabó hoy con la vida de María Josefa Ronderos, de 80, al estrangularla con un pañuelo. Tras dar muerte a la víctima, que sufría Alzheimer y de una enfermedad en los huesos que la impedía salir sola a la calle, el hombre se ahorcó. Con todo, los vecinos del barrio de Pumarín, en Oviedo, descartan que sea un "crimen de violencia doméstica" ya que se trataba de un matrimonio "cariñoso, modélico y educado".
Los vecinos del barrio ovetense de Pumarín se sorprendieron hoy al conocer el suceso ocurrido en el número 2 de la calle Fernando Vela en la que Rafael de Luis Villacorta, de 89 años, estranguló con un pañuelo a su mujer, María Josefa Ronderos, de 80 años, que sufría Alzheimer. El hombre se ahorcó tras matar a su esposa, según confirmaron fuentes cercanas al caso. Los vecinos y personas allegadas al matrimonio aseguraron que ambos eran "cariñosos, modélicos y educados".
En este sentido, otros vecinos del edificio aseguraron que nunca vieron discutir a la pareja por lo descartaron que se tratase de un "crimen de violencia doméstica".
TRATO "CARIÑOSO".
María Josefa Ronderos se encontraba impedida desde hace algún tiempo y Rafael Lluis Villacorta, su marido, cuidaba de ella, según relataron sus vecinos. Éstos aseguraron que la mujer sufría una enfermedad de huesos que le impedía salir sola a la calle por lo que siempre lo hacía acompañada de su marido. El matrimonio, que llevaba viviendo en ese domicilio desde hacía 45 años, tenía tres hijos que acudieron al inmueble sobre las tres de la tarde poco después del fatal suceso. Aunque abrieron la puerta de la vivienda, se negaron a realizar declaraciones.
La vecina Irene Fernández, que vive desde hace 28 años en el piso sexto del edificio, dijo no haber escuchado ningún ruido pese a encontrarse en casa a la hora en la que se produjeron los hechos. Fernández aseguró no tener trato directo con el matrimonio aunque afirmó que siempre se saludaban de "manera educada".
La dueña de la peluquería a la que solía ir la fallecida se mostró también muy sorprendida por la noticia. "Él bajaba siempre a buscarla y hablaban entre ellos con un tono cariñoso", relató. También añadió que "la pareja solía viajar a Benidorm durante dos o tres meses pero desde que la mujer cayó enferma hace 4 ó 5 años años ya no lo hacían".