Actualizado 21/12/2006 20:03

Crónica Suceso (2).- Muere una mujer tras precipitarse desde un quinto piso con su nieta de nueve meses en brazos

- La niña salvó la vida aunque permanece ingresada

MADRID, 21 Dic. (OTR/PRESS) -

Una mujer de 65 años de edad falleció en el acto después de caer desde un quinto piso con su nieta, de nueve meses, en brazos. Milagrosamente la niña salvó la vida y, aunque permanece ingresada, su estado es grave. La presencia casual de la Guardia Civil escoltando una ambulancia de presos enfermos en la calle O'Donnell de Madrid, lugar donde tuvo lugar el suceso, salvó la vida de la menor, que cayó junto a su abuela al vacío. Los testigos presenciales del suceso aseguraron que vieron como la señora se arrojaba por la ventana de su casa.

Aunque aún se desconocen las causas del suceso, algunos testigos presenciales aseguraron a la Policía que vieron como la mujer se lanzó al vacío con un el bebé en brazos. Una hipótesis que los vecinos y conocidos de la familia no podían confirmar. Es más, algunos apuntaron a que no se tratase de un acto intencionado, sino de un accidente desafortunado, en el que la abuela se hubiese desequilibrado al intentar sujetar a la nieta cuando se asomaban por la ventana.

Según uno de los vecinos del edificio, la mujer no residía en esa casa, sino que acudía todas las mañanas allí para ocuparse de la niña, aunque matizó que él "sólo les conocía de verla pasar con la nieta por la calle", nada más.

LA NIÑA TENÍA CONSTANTES VITALES

Los agentes de la Guardia Civil que presenciaron los hechos relataron que acudieron en ese mismo momento a la acera donde yacía el cuerpo sin vida de la mujer, de 65 años, y su nieta, que milagrosamente tenía constantes vitales.

Los guardias civiles aseguraron que, mientras varios agentes se quedaron escoltando a los presos y guardando el cadáver, dos de los ellos y un técnico trasladaron inmediatamente a la pequeña, de nueve meses, al centro más cercano: el Hospital Niño Jesús de Madrid.

El párroco de la iglesia de San Antonio del Retiro, Emérito Merino, quien había bautizado a la niña hacía pocos meses, se acercó hasta el lugar de los hechos. El sacerdote explicó que conocía a los padres y los definió como "una familia normal". Sin embargo dijo que desconocía el estado de salud mental de la abuela. Aseguró que no sabía si la fallecida sufría algún trastorno o algún problema que pudiese explicar lo sucedido, dando por hecho el suicidio. Además, confirmó que la madre ya se encuentra el hospital con la pequeña, que permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Niño Jesús.

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