- Altadis ya anunció esta semana un incremento si el Ejecutivo volvía a aumentar la fiscalidad
MADRID, 10 Nov. (OTR/PRESS) -
El Gobierno ha decidido apretar un poco más las tuercas a la industria tabaquera y subir los impuestos a las marcas más baratas para ver si esta vez, al contrario de lo que pasó las dos anteriores en lo que va de año, los fabricantes trasladan la subida al precio final. Esta noticia no ha pillado por sorpresa a algunos fabricantes. Altadis ya anunció esta semana una subida generalizada del precio de la cajetilla cuando el Ejecutivo decidiera subir de nuevo los impuestos.
Este nuevo incremento de la fiscalidad -un 8,2 por ciento- se aplicará solamente a las marcas que están actualmente por debajo de los dos euros, e implicará una subida media de 15 céntimos de euro en cada cajetilla. Tras anunciar la medida en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, vaticinó que esta medida "ayudará a muchos a dejar de fumar".
Y es que lo que el Ejecutivo quiere es que los fabricantes trasladen esta subida el precio final de los cigarrillos para desincentivar su consumo, especialmente entre los más jóvenes. Las otras dos subidas anteriores que se han llevado a cabo este año -en enero y febrero- tuvieron como respuesta una rebaja en el precio de las cajetillas. El resultado es que España es el tercer país con el tabaco más barato de la UE.
EL TABACO SIGUE SIENDO BARATO
La medida aprobada hoy fija el impuesto mínimo del tabaco en 70 euros por cada mil cigarrillos, un impuesto que ya soportan las marcas más caras. A pesar de este incremento, nuestro país sigue estando a la cola de los europeos. Dinamarca y Francia soportan un impuesto de 163 y 128 euros por cada mil cigarrillos, respectivamente. Por detrás de España están Grecia y Hungría, con un impuesto de 52 y 50 euros respectivamente.
La noticia no ha pillado por sorpresa a la empresa Altadis, que esta misma semana anunció una subida generalizada de los precios en el momento en que el Gobierno llevara a cabo una subida de impuestos. La tabaquera reconocía que el impuesto mínimo de 55 euros por cada 1.000 cigarrillos era muy reducido y que debía elevarse hasta los 70.