- El fiscal cree acreditado que prestaron apoyo logístico e infraestructura a otra célula terrorista desarticulada en Francia
MADRID, 30 Nov. (OTR/PRESS) -
El fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Rubira solicitó hoy una condena de entre 22 y 32 años de prisión para los seis presuntos integrantes de una célula terrorista islamista, al considerar que existen "evidentes" indicios que acreditan que prestaron apoyo logístico y de infraestructura a otra célula terrorista, desarticulada en diciembre de 2002 en Francia. Todos los imputados siguen la corriente salafista y pertenecen al denominado 'Comando Dixan'. Fueron detenidos en Barcelona en 2003.
El representante del Ministerio Fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, al considerar que los acusados, disponían en diversos domicilios materiales que servían para fabricar "napalm casero", así como un teléfono móvil de la marca Trium con dos orificios efectuados en la parte superior para ser utilizado para activar explosivos, como los empleados en el atentado de 2002 en Bali (Indonesia) y en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
En concreto, el fiscal pidió a la Sala que condene a 32 años de cárcel al presunto líder del grupo, el argelino Mohamed Taharaoui, por conspirar para cometer delito de terrorismo, pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos y falsificación de documento público. Para los también argelinos Smail Boudjelthi, Alí Kaouka, Souhil Kaouka, Mohmaed Nebbar y Mohamed Amine Benaoura, el fiscal reclamó una pena de 22 años de prisión por pertenencia, tenencia de explosivos y falsificación.
En su informe, el fiscal Rubira expuso que cuando las autoridades francesas desarticularon en diciembre de 2002 la célula terrorista francesa, constituida por Merouane Benahmed, considerado "el químico" o "el artificiero", los procesados comenzaron a realizar "una serie de actos extraños" y a "tirar efectos", como documentos relacionados con Said Mohamed Arif, otro de los detenidos en París, así como sustancias con las que se podría fabricar el mencionado "napalm casero".
"ENEMIGOS DE NUESTRA SOCIEDAD".
Por su parte, el abogado Sebastián Salellas pidió la libre absolución de los seis acusados, al entender que "no existen pruebas porque no han realizado actividad terrorista alguna". El letrado recordó que la causa fue archivada por falta de pruebas, pero se reabrió a raíz del informe del FBI, que, según dijo, "no incluye el napalm casero en ningún lado".
"Son ciudadanos que han sido convertidos en enemigos de nuestra sociedad", sostuvo Salellas, que apuntó que precisamente se les denominó "satíricamente" como 'comando Dixan' porque la investigación policial determinó que las sustancias incautadas en diversos domicilios eran productos domésticos. Los propios procesados aseguraron que las sustancias habían sido extraídas de su trabajo, en una empresa de fabricación y limpieza de piscinas. de hecho, Budjelthi y Kaouka sostuvieron cuando supuestamente ocurrieron estos hechos, utilizaron uno de estos líquidos para limpiar y arreglar una bañera de su domicilio.