Actualizado 29/12/2006 18:22

Crónica Ya en MP3.- Fito y sus Fitipaldis realizan en Madrid la parada más multitudinaria de su gira

- La presentación madrileña de su disco 'Por la boca vive el pez' congrega a más de 30.000 personas en una doble convocatoria

MADRID, 29 Dic. (OTR/PRESS- I.Arias & M.Martorell) -

Cuando uno lleva desde mediados de los ochenta dedicándose a la música, cuatro álbumes en solitario a sus espaldas y dos discos de platino de su última creación, puede permitirse la osadía de plantar un escenario en el Palacio de los Deportes de Madrid durante dos días. Porque sabe que si caben alrededor de 15.000 personas colgará el cartel de 'no hay billetes' las dos fechas programadas y que no defraudará a sus seguidores con un directo explosivo. Fito & Fitipaldis hicieron el jueves y el viernes la parada más multitudinaria de la gira presentación de su último disco, 'Por la boca vive el pez', que el propio Fito ha considerado su "trabajo más complicado".

Empezar un concierto con un tema de tu penúltimo disco ('Lo más lejos...a tu lado') y que la gente no coree el nombre de los disueltos Platero y tú, es síntoma de que Adolfo Cabrales 'Fito' se ha consolidado como uno de los principales exponentes del rock español. De hecho, ni una concesión tuvieron en el Palacio de los Deportes de Madrid los que esperaban un 'remember', siquiera breve, de aquella banda de Bilbao de los 90 que supo desmarcarse de letras radicales en torno a Euskadi y colarse en los bares esgrimiendo las drogas, el amor y el alcohol.

Y es que Fito ha cambiado con sus Fitipaldis, ya no es aquel artista de estética punk que gritaba 'Juliette' entre sonidos de guitarra. A lo largo de sus cuatro discos en solitario ha ido cuidando cada vez más la composición y la producción y ha ablandado -cada vez más- el espíritu de sus canciones, que se contonean entre el rock, el blues o el swing. Incluso principios de polca se pudieron escuchar en el concierto del jueves, cuando la banda aparcó los instrumentos eléctricos y se sentó en una suerte de acústico poco intimista.

De ese modo versionaron 'Callejón sin salida' de los Barricada a modo de rumba, reinterpretaron el 'Quiero beber hasta perder el control' de Los Secretos y calmaron los ánimos con 'Rojitas las orejas' y 'Abrazado a la tristeza'. Antes habían caldeado los ánimos abriendo con 'Un buen castigo', 'Viene y va' y 'Por la boca vive el pez' y dejó a un público entregado, que oscilaba entre la treintena y la quincena de años, todo un repertorio de su carrera en solitario como 'Soldadito marinero' o 'A la luna se le ve el ombligo'. Por supuesto, no faltaron los canciones de su nuevo disco y esos temas instrumentales que les dan ocasión para lucirse.

EL AUGE DE LOS FITIPALDIS

El auge que viven Fito & Fitipaldis no sólo se percibe en la amortización que sacaron con dos noches de lleno hasta la bandera o la buena acústica que consiguieron en un recinto de esas características. Están esos pequeños detalles, dos pantallas gigantes retransmitiendo el concierto o ese cámara tomando planos aquí y allá, que no se le conocía al bilbaíno. Al menos en su último paso por Madrid, en la plaza de toros de las Ventas, cuando no pudo evitar sacar el móvil y hacerse una foto "porque nunca he tocado delante de tanta gente".

Y es que "en lo musical, no me puedo quejar", señala el propio Fito, que se define como "un escritor de canciones". "Hago canciones para mí; escribo las que me gustaría escuchar y las letras hablan de mí porque no sé hacer otra cosa", declara. Sin embargo, no deja de apuntar dos hechos importantes: primero, un importante trabajo de composición y producción que han convertido 'Por la boca vive el pez' en "el trabajo más complicado" en el que se ha enfrascado, hasta el punto que llegó a pensar "que no lo lograría". Y segundo, Fito no se olvida de puntualizar que, en gran parte, es "cuestión de suerte".

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