Actualizado 03/08/2007 02:00

Curri Valenzuela.- Desafíos a Zapatero

MADRID 3 Ago. (OTR/PRESS) -

El presidente del Gobierno tiene encima de su mesa de Moncloa dos órdagos que le han lanzado a la vez los socialistas navarros al negarse a apoyar a UPN y el Ejecutivo vasco por hacer oídos sordos a la sentencia del Supremo que recuerda la obligación de que la bandera española ondee en sus edificios oficiales. Pero se engañan quienes esperan una respuesta enérgica a cualquiera de los dos desafíos. Lo más probable es que Zapatero deje los dos problemas encima de la mesa sin resolver y se vaya a descansar al Coto de Doñana con la esperanza de que otra vez le funcione su eterna estrategia, como salida de un manuel de práctica zen, de evadirse de las disputas que no le interesa mantener.

Ningún otro país del mundo civilizado consentiría que un gobierno autonómico se siguiera negando a utilizar la bandera nacional y menos aún tras una sentencia del tribunal Supremo que le obliga a ello. Pero la España de Zapatero, este presidente que considera discutible el concepto de nación, es diferente. Y sobre todo él, que vive haciendo caso al principio que proclama que dos no se pelean si uno no quiere. El presidente no está para enfrentarse al PNV, y menos ahora que el PNV anda filtrando a su prensa los pormenores de la negociación con ETA. Así que se puede dar por seguro que ninguna bandera española ondeará en ninguna fachada de ningún edificio en cuyo interior manden los nacionalistas vascos, mientras el jefe del Ejecutivo sigue mirando para otro lado, como si la sentencia no le obligara a él también, más que a las autoridades de Euskadi, a hacer cumplir las resoluciones judiciales.

El órdago que le han lanzado los socialistas navarros al negarse a apoyar la investidura de Miguel Sanz como presidente de esa Comunidad, como se les había dicho desde Ferraz, tiene menos importancia inmediata para lo que es el funcionamiento del Estado de derecho en España, pero se presenta como un problema más preocupante para Zapatero, por lo que representa de merma de su autoridad dentro del partido y de posible pérdida de imagen del PSOE a nivel nacional. Para una campaña electoral de unas próximas, quizás muy próximas, elecciones generales, no es el bueno para el PSOE hacerse fotos del brazo de un partido como Nafarroa Bai, partidario de la anexión de Navarra al País vasco. Pero, ojo, no es que Zapatero se oponga a este pacto por principios, sino por táctica. Visto lo cual es probable que cambie de táctica en lugar de mantener una bronca sonada entre socialistas.

Curri Valenzuela.

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