MADRID 20 May. (OTR/PRESS) -
Esta semana es la última de una campaña electoral para los comicios municipales y autonómicos que va a terminar, como empezó, con dos asuntos paralelos: los debates sobre la gestión local de cada candidato y, por encima de todo, la estrategia de ETA de acorralar a Zapatero para conseguir más y más en el pulso que mantiene con él hace años. Y lo quiera o no el Gobierno, esta será la cuestión que acapare los titulares de todos los medios de comunicación en fechas próximas.
ETA lleva las riendas, aunque el PSOE se escude en acusar al PP de empeñarse en hablar de terrorismo en esta campaña. Y las lleva de una forma cruel para el presidente del Gobierno, al que está zarandeando como un pelele. Tan pronto Zapatero afirmó este pasado miércoles en las Cortes que él siempre había sido leal a los gobiernos de Aznar en esta materia y nunca le había dejado de apoyar en su lucha contra el terrorismo, ETA mandó imprimir en su órgano oficial, 'Gara', la información de que los socialistas se reunieron con la ilegalizada Batasuna 25 veces en los tres años anteriores a la llegada de Zapatero a La Moncloa, poniendo así en evidencia, una vez más, la credibilidad de este. Y no es la primera vez que los terroristas hacen algo similar: la más grave, quién lo olvida, la colocación de la bomba mortal en la T-4 a las pocas horas de que el presidente anunciara su optimismo por la marcha del proceso de negociación con la banda.
No es de extrañar, por lo tanto, que el Gobierno se niegue a desmentir la información de 'Gara'. Sabe, como todo el mundo que la ha leído, que en ella se contiene la amenaza de publicar fechas, lugares y nombres de los participantes en los 25 encuentros. Como tampoco ha desmentido, por cierto, la noticia publicada hace unos días de que Gobierno y ETA se reunieron en una capital europea el mes pasado para pactar el modo en que Batasuna podría presentarse a estas elecciones, incluída la posibilidad de hacerlo con esas siglas de ANV con las que finalmente concurre a las municipales en más de cien localidades vascas y navarras con la aquiescencia del Ejecutivo de Zapatero.
Algún periódico tira de su hemeroteca de vez en cuando para recordar la de veces que el Gobierno ha desmentido que estuviera reuniéndose con Batasuna, con lo que queda de manifiesto el engaño que está manteniendo ante la opinión pública. Algunos comentaristas señalan la hipocresía de Zapatero por haber firmado con el PP el Pacto Antiterrorista mientras pactaba con esos terroristas cesiones políticas que les concedería llegado al poder. Sin embargo, ni las mentiras del Gobierno ni su doble juego resultan tan preocupantes para el presente y para el futuro de este país como el hecho de que ETA está tan crecida, tan fuerte, tan poderosa como para dictar los titulares en época electoral sin que el Gobierno se atreva a desmentirle, no vaya a ser que los terroristas cuenten más y hasta el último de los ciudadanos descubra todo lo que Zapatero le ha estado engañando.
Curri Valenzuela