MADRID 22 Abr. (OTR/PRESS) -
Flaco favor se ha hecho a sí mismo José Blanco cuando se ha decidido a desvelar que cobra 6.000 euros al mes para criticar el que Rajoy no quiso desvelar en "Tengo una pregunta para usted" cuál es su sueldo. Porque la cuestión no es si los políticos cobran más o menos de lo que la gente supone, sino si lo que perciben a cargo del erario público es lo que se merecen por su valía profesional. Como dicen los artistas, lo que les corresponde por su caché.
Rajoy, que es Registrador de la Propiedad, está perdiendo dinero a mantas por dedicarse a la política, aunque, según parece, el PP le paga un sobresueldo como complemento a lo que recibe por ser diputado, que es una cantidad ligeramente superior a los 3.000 euros al mes. Aún suponiendo que supere en total los 6.000 que cobra el número dos del PSOE, lo cual es probable, resulta una cantidad mínima si se compara con lo que ingresaría en su cuenta corriente de volver a la carrera que conquistó por oposición antes de meterse en política y en la que trabajó unos cuantos años de su juventud.
Blanco, por su parte, tiene un currículo que se limita a ser graduado escolar. Su biografía dice que "cursó estudios de Derecho" pero en realidad se matriculó varios años en primero de carrera de la UNED y nunca aprobó una sola asignatura. Y luego trabajó en la política. Sin más. Así que resulta ser el prototipo de quienes no se habrían visto en otra de no ser alto cargo de un partido. ¿O es que alguien conoce a un trabajador de una empresa privada que cobre 6.000 euros al mes sin tener titulación alguna, siendo especialista en nada y sin ni siquiera saber idiomas?
Tras la polémica surgida por la pregunta a Rajoy sobre su sueldo resulta inevitable que empiecen a publicarse informes sobre lo que cobran los políticos y a darse cifras que sin duda escandalizan a muchos trabajadores y no digamos a pensionistas como aquella que recordó al líder de la oposición frente a las cámaras de TVE lo difícil que le resulta llegar a fin de mes con los 300 euros que percibe. Pese a lo llamativo de algunas de esas cifras, como las que demuestran que los diputados cobran más que los ministros y el presidente del Congreso bastante más que el presidente del Gobierno, es cierto que en comparación con nuestros países vecinos los políticos españoles cobran poco. Y desde luego poquísimo si sus sueldos se equiparan con los de los altos ejecutivos de la empresa privada.
Pero esa no es la cuestión. Al hablar de los sueldos de nuestros políticos hay que pararse a considerar dos cuestiones previas: Una, si se está impidiendo que gente de valía se meta en política por no perder poder adquisitivo; dos, si no estamos pagando en exceso a personas sin preparación alguna. Dicho en pocas palabras: 6.000 euros al mes es una barbaridad de dinero para un burócrata de partido como José Blanco y una modesta cantidad para un Registrador de la Propiedad como Mariano Rajoy.
Curri Valenzuela.