Actualizado 19/01/2007 01:00

Curri Valenzuela.- Terrorismo y sólo terrorismo

MADRID 19 Ene. (OTR/PRESS) -

Uno de los mayores errores cometidos por Zapatero en sus casi tres años al frente del Gobierno ha sido el de centrar toda su actividad política en la negociación con ETA; de modo que, fracasada esta, no hay proyecto alguno del Ejecutivo que pueda tapar el revés que ha sufrido el presidente ni que sirva para confrontar las distintas opciones políticas en el Parlamento. Y con los medios de comunicación sucede igual. O los periodistas escribimos y hablamos de lo que sucede con el terrorismo o en el paso siguiente nos ocupamos de contar sucesos y curiosidades.

Actuaba Zapatero el miércoles en el Forum de Nueva Economía, uno de los foros de moda en la capital, y dedicó cincuenta minutos a un discurso sobre sus planes de Gobierno que sumió a los asistentes a un profundo sopor, dada la hora temprana. En un intento por no hablar de por qué estalló la bomba de la T-4 o que es lo que va a hacer al respecto -que es de lo que el presidente nunca quiere hablar- Zapatero pasó tres cuartos de hora hablando de los kilómetros de autovías y vías de trenes de alta velocidad que se han construido en lo que va de Legislatura. Como metas para la acción del Ejecutivo en los próximos meses señaló la implantación del carnet de identidad electrónico y la lucha contra el cambio climático. Lo del carnet es poca cosa, pero al menos se traduce en algo concreto; lo del cambio climático es ideal para contar, pero a la hora de explicar en qué va a consistir, como se van a reducir los índices de gases contaminantes que arrojan al aire industrias y automóviles o cómo paliar al extrema sequía que padece el sudeste español... ¡ah! ahí vuelve a ser el zapatero de siempre: etéreo.

Ya durante los meses que ha durado la negociación del Gobierno con ETA ha sido para llamar la atención la poca prudencia demostrada por el presidente en sus declaraciones públicas sobre el proceso y en los corrillos que forma con periodistas en los actos oficiales. Llevado sin duda por su optimismo, Zapatero ha ido radiando sus esperanzas y dejando en claro que lo único que llenaba las horas que pasa en su despacho de La Moncloa era esta cuestión. Y ahora, cuando el tema ha entrado en vía muerta, le queda por delante más de un año antes de las próximas elecciones generales en las que parece que él no tiene nada que hacer. Y nosotros nada más que contarles.

Curri Valenzuela.

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