Curri Valenzuela.- ¿Unidos?

MADRID 2 Dic. (OTR/PRESS) -

Para que sea cierto lo que ayer afirmó el presidente del Gobierno, "más que nunca la banda terrorista tiene que saber que estamos unidos contra ellos", sería imprescindible que Zapatero ligara en público su suerte a su promesa de no volver a negociar con ETA a espaldas del PP y sin respetar las condiciones por las que el Congreso de los Diputados le autorizó a hablar con la banda. Mientras no lo haga, serán muchos los españoles, dentro y sobre todo fuera de la política, que tendremos que recordarnos a nosotros mismos que el presidente solo menciona la unidad cuando los terroristas matan y, tan pronto termina el duelo por las últimas víctimas, retoma las conversaciones. Como hizo después de las dos muertes en la T-4, sentándose a negociar con los etarras en seis ocasiones a lo largo de la pasada primavera. Sin contárselo a la gente, sin buscar la aquiescencia del PP como le exige el Pacto Antiterrorista que él mismo suscribió con los populares. Incluso negándolo cuando la prensa hizo públicos esos contactos.

Sería, efectivamente, muy bueno para terminar con ETA que los dirigentes de la banda notaran que toda la clase política, toda la sociedad, están unidos después de un atentado como el de ayer que mató a uno de nuestros guardias civiles en Francia y dejó gravemente herido a otro. Pero a estas alturas de sus contactos con Zapatero es seguro que quienes ordenan matar, que son los mismos que negocian con los enviados del Gobierno, saben que esa unidad es ficticia y que dentro de poco ya les estarán contactando los intermediarios habituales para programar una nueva cita de diálogo.

Como la gran mayoría de los españoles desean esa unidad de todos contra el terrorismo, en las próximas horas, los próximos días, veremos a socialistas y populares de la mano, a casi todos los grupos parlamentarios (menos ERC, que se desmarca) suscribiendo comunicados conjuntos, a los líderes políticos dando el pésame a los familiares de las víctimas como si todos ellos, todos nosotros, estuviéramos unidos. Aunque todos, los políticos de un lado y los de otro, los ciudadanos de cualquier parte y, lo que es peor, los etarras, sepamos que esa unidad no es sincera.

Curri Valenzuela