MADRID 29 Mar. (OTR/PRESS) -
Quiere el tópico que la personalidad catalana se haya forjado a lo largo de los siglos en el transcurso de un interminable combate entre el "seny" y la "rautxa". Entre el sentido común que a lo largo de la historia ha sido el cimiento de la espléndida realidad que es hoy Cataluña y la furia que -desde la Semana Trágica al "Fets de maig" del 37- cíclicamente provoca movimientos políticos de carácter tectónico. Afortunadamente, predomina lo primero, pero la nostalgia de la segundo mantiene siempre encendida una llama. Esa añoranza de la utopía fue antaño el anarquismo que hizo de Barcelona su capital en Iberia y ogaño es el independentismo que, pese a tener asiento en la "Generalitat", -o quizá por eso, sueña con traspasar la línea del horizonte convirtiendo a Cataluña no en la "nació" que ya reconoce el "Estatut" sino en un "Estat Catalá".
Esquerra Republicana y CIU, en éste último caso más Convergencia (Mas) que Unión (Durán) juegan estos días una intensa y arriesgada partida política. A iniciativa de ERC (Venderell) se han retado a ver quien es más independentista. Antes de sentirse burlado por Zapatero, Artur Mas nunca habría hablado en el Parlamento de Cataluña del derecho de autodeterminación. Pero lo ha hecho y aunque Carod Rovira no ha querido aceptar el guante, el río suena y la imaginación de muchos ha vuelto a encenderse. Veremos lo que pasa en Barcelona cuando el Tribunal Constitucional "de Madrid" diga lo que puede decir sobre el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra el "Estatut". Atentos a la pantalla.
Fermín Bocos.