MADRID 4 Ene. (OTR/PRESS) -
Dejó dicho Homero que cuando los dioses quieren perder a los hombres, les vuelven ciegos. Y también invisibles -habría que añadir- en el caso del presidente del Gobierno, que parece que se ha hundido tras el atentado de Barajas. Compareció en rueda de prensa el día de autos (perdiendo, por cierto ,la oportunidad de hablar claro ) y después se fue a pasar el fin de año a Doñana. A nadie se le ocurrió decirle que el helicóptero debía haber aterrizado antes en Barajas que en el Coto.
Parece que escucha poco y son pocos los que se atreven a decirle lo que no quiere oir. No fue a Guadalajara cuando el monte en llamas se llevó la vida de una docena de trabajadores (fue Teresa Fernández de la Vega quien tuvo que aguantar la ira de los familiares) y ahora se ha dejado ganar la foto de la "Zona Cero" por un Mariano Rajoy que otea esta crisis como inopinada oportunidad política.
Sólo los desmemoriados o los miserables pueden criticar el intento de acabar con la ETA por la vía del diálogo. Antes que Zapatero lo intentaron Suárez, Felipe y Aznar. Todos fracasaron porque a todos les engañaron los terroristas, pero todos supieron reaccionar con firmeza. Reaccionaron, colocándose en primera línea. Sin ventrílocuos. Lo que le hemos oído decir a Rubalcaba y a Blanco tendrían que haber sido palabras de Zapatero. Lo que ha dicho el jefe de la oposición en Barajas tendríamos que haberlo escuchado antes en boca del presidente del Gobierno. Cuando Inglaterra iba perdiendo la guerra, Churchill acompañaba a los bomberos de Londres a inspeccionar los destrozos que causaban las bombas de la "Luftwaffe". ¿Qué es lo que teme ZP? ¿Qué le silben como a Felipe en la Universidad o Aznar cuando la guerra de Iraq? Alguien debería decirle que éstas cosas entran dentro del sueldo ....y ,también, que el coraje es equipaje obligado del buen gobernante.
Fermín Bocos.