MADRID 6 Feb. (OTR/PRESS) -
No habrá elecciones anticipadas. Esa posibilidad -que según cuentan, había sido estudiada por el equipo de La Moncloa- quedó sepultada, junto a Palate y Estacio, bajo los escombros de la Terminal 4 de Barajas. Aunque ya digo que la idea ha sido abandonada y está claro que el presidente Rodríguez Zapatero agotará la legislatura, quizá merezca la pena dedicar un minuto a analizar lo que parece fue un proyecto bastante avanzado, porque ofrece pistas acerca de cómo se veían las cosas antes de que la ETA dinamitará las esperanzas de paz.
Parece que el núcleo del análisis que desembocaba en la anticipación de los comicios se apoyaba sobre dos ideas y una premisa: la buena marcha del 'proceso de paz' y las limitaciones del liderazgo que ejerce Mariano Rajoy en la derecha. La premisa era (y es) que se mantenían las expectativas de crecimiento económico, lo cual dejaba la cosa en manos de la 'política'. Ahí es donde jugaban un papel las dos ideas-fuerzas apuntadas. El 'proceso de paz' -que contaba con un amplio respaldo ciudadano- mientras se alargara en el tiempo, mientras los terroristas respetaran el 'alto el fuego', constituía una baza formidable a favor del Gobierno.
Así lo reflejaban todas las encuestas. También son las encuestas las que decían que Mariano Rajoy no conseguía traspasar el umbral de aceptación más allá del ámbito partidista. En todos los estudios, el nivel de rechazo era superior al que concitaba Zapatero. A lo dicho, en La Moncloa añadían otro elemento: al llevar al Tribunal Constitucional el 'Estatut', el PP se había cerrado (¿20 años como pronosticó Artur Mas?) las puertas de los nacionalistas. Total, que a la espera de los resultados de la municipales de mayo, la suma de factores daba elecciones legislativas anticipadas. Podrían haber sido convocadas en el otoño del 2007.
Con ese escenario en la mirada quería haberse ido de Fin de Año Zapatero al Coto de Doñana. Hoy sabemos que la banda terrorista ETA tenía otros planes. Nada es igual desde el atentado de Barajas. El futuro está por escribir y habrá que analizar las encuestas pero todo hace suponer que, tal como ruedan las cosas, el presidente agotará la legislatura. Por prudencia.
Fermín Bocos