MADRID 29 Dic. (OTR/PRESS) -
Elegir un 28 de Diciembre para trazar un balance de legislatura y de mandato (faltan setenta días para las elecciones generales), tiene su aquél porque invita a tomar a broma cualquier proclama, pero el calendario tiene estas cosas. Hemos visto a un Zapatero satisfecho. Cree que el Gobierno que preside puede apuntarse el éxito de la economía española en las grandes cifras -riqueza por encima de la de Italia, tres millones de nuevos empleos- olvidando a los nueve millones que ganan menos de mil euros al mes; o los dos millones de pensionistas que mal viven con la mitad de esa cifra. Muchos de ellos pendientes, por cierto, de la Ley de Dependencia; ley aprobada, pero todavía en el aire. Un "horizonte cercano" es el lapso de tiempo que anuncia el presidente del Gobierno para que esta ley pase de ser un eslogan electoralista a una realidad tangible.
Quizá porque en éstos años no ha tenido tiempo para dar una vuelta por las aulas y comprobar cómo están las cosas Zapatero defendió, también, la última ley de Educación y, entre tanta espuma, el mismo ZP que durante meses estuvo dando la brasa con el famoso "proceso de paz" olvidó hablar en su exposición inicial de la lucha antiterrorista -se lo reprochó una periodista-. También omitió referirse a los desgarros traídos por el proceso de reforma del Estatuto de Cataluña. Sobre estas dos cuestiones que han sido eje de grandes tensiones de la Legislatura pasó de puntillas. Buena salud y mala memoria es la receta 'zen' de la felicidad. Por ahí anda ZP.
Fermín Bocos