Actualizado 12/05/2011 14:00

Fermín Bocos.- Una sentencia que sentencia.

MADRID 12 May. (OTR/PRESS) -

La sentencia del Tribunal Constitucional que habilita a la formación batasuna Bildu para presentarse a las elecciones municipales en el País Vasco (y en Navarra a los comicios al Parlamento Foral) está siendo origen de duelos y quebrantos en el seno del PSOE. Pese a la vehemencia con la que Pascual Sala, presidente del TC, proclamaba la independencia de los magistrados que componen el tribunal, lo cierto es que ha cuajado la idea de que tanto a Zapatero como a la dirección del PNV la sentencia les facilita planes políticos futuros y de ahí la especie de que estamos ante una sentencia política. Sea o no verdad, esa es la impresión que, como digo, está en la calle y de ahí se deriva la preocupación de algunos dirigentes socialistas que ven comprometidos por mucho tiempo el futuro del PSOE en el post zapaterismo.

Los votos particulares de los cinco magistrados que votaron en contra del amparo solicitado por Bildu haciendo suya la sentencia previa del Tribunal Supremo, arrojan mucha luz acerca del carácter "político" de la decisión de la mayoría que sacó adelante el recurso. La pancarta el etarra Ander Errandonea a la salida de la cárcel y las expresiones de euforia con la que fue recibida la sentencia (con gritos a favor de los presos de la ETA) ahorran mayores precisiones acerca de quien está detrás de Bildu, emboscado tras la cobertura de EuskoAlkartasuna. De esa evidencia y de cuanto supone de claudicación política ante quienes durante años han sido los principales enemigos de la democracia española se deriva, como decía, la preocupación de algunos dirigentes socialista conscientes de que la mencionada sentencia ha venido a sentenciar las ya de por sí disminuidas expectativas electorales del PSOE. Son muchos los que ya sólo esperan que Zapatero sea Historia. Sólo les falta atreverse a decirlo públicamente.

Contenido patrocinado