MADRID 17 Oct. (OTR/PRESS) -
Nunca se sabe cuál es la decisión acertada. Tengo la impresión de que lo debatieron largamente en La Moncloa: ¿debía haber salido el propio Zapatero a dar la réplica a Ibarretxe tras el encuentro de ambos en La Moncloa? Había opiniones para todos los gustos entre el mundillo monclovita: quienes creen que sí, que Zapatero estaba obligado a ofrecer su versión en primera mano; y no faltaba quien pensase, y dijese, que el presidente del Gobierno central no debe equipararse a un presidente autonómico que, encima, viene a desafiarlo. En mi opinión, acertó Zapatero al ser él quien se enfrentase a los periodistas en Moncloa, inmediatamente después de que lo hiciese el lehendakari. E hizo bien por dos razones: una, porque la ocasión lo requería, dado que el reto era demasiado provocador como para que un portavoz que no hubiese estado presente en el encuentro lo 'interpretase'. La otra razón, porque así mostraba su voluntad personal de pelear un tema en el que, simplemente, ni puede transigir ni puede delegar.
La versión que uno y otro nos ofrecieron a los periodistas no podía ser más dispar: Ibarretxe presentó su encuentro con el presidente del Gobierno central como el inicio de una negociación que sin duda llevará a desplegar el plan que el lehendakari ha diseñado ya minuciosamente. Zapatero recalcó en cinco ocasiones que este plan es ilegal y que, por tanto, al no ajustarse a lo previsto en la Ley y en la Constitución, no podrá realizarse. Así de tajante. Las posiciones no podían, por tanto, estar más alejadas, hasta el punto de que muchos se preguntan ahora si el PNV apoyará o no los Presupuestos Generales del Estado para 2008; lo más probable es que sí, pero que este sea el último acto de entendimiento de una ya pretérita época en la que Josu Jon Imaz presidió la formación nacionalista vasca y se entendió a las mil maravillas con el Ejecutivo 'de Madrid'..
Llevo siguiendo a Zapatero en sus últimas apariciones públicas y me deja la impresión de que estamos ante un presidente que se toma las cosas con mucha calma, casi como si no fuesen con él. Parece muy seguro de que todo le a a seguir saliendo bien, pese a los nubarrones que se perciben en el horizonte. E Ibarretxe es un nubarrón muy serio, muy denso. Sí, definitivamente hizo bien Zapatero en no dejar que otro saliese a torear ese toro. Pero la faena no ha hecho más que comenzar, y de aquí a marzo hay mucho trecho, pero más aún de aquí al mes de octubre, que es cuando Ibarretxe amenaza con hacer su consulta, ese 'Plan Ibarretxe 2' que, según el optimista antropológico Zapatero, le va a salir tan mal como el primero. Ya saben: Ibarretxe es de los que se crecen con el castigo. Menudo enemigo le ha salido a Zapatero, menuda piedra con la que vamos a tropezar muchos.
Fernando Jáuregui.