Francisco Muro de Iscar.- Hasta aniquilar al otro

MADRID 17 Ene. (OTR/PRESS) -

Desgraciadamente ninguno de los dos grandes partidos ni de sus líderes busca el acuerdo, el pacto, sino la batalla hasta la aniquilación del otro. Ambos parecen empeñados en una guerra que está provocando el desánimo de los ciudadanos, especialmente de los que no tienen carné, de los ciudadanos de a pié, a los que les gustaría, como ayer señalaba el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, "unidad en lo que es fundamental, firmeza en las ideas y fortaleza en la aplicación". No va a ser así porque ni Rajoy ni Zapatero quieren que lo sea.

La otra manera de afrontar el problema, aunque posiblemente tampoco lo solucionaría, sería convocar elecciones. Es muy posible que los resultados fueran una división en dos bloques muy similares -eso apuntan también las encuestas- y que el PSOE se viera obligado a pactar con todos o que el PP, que está frente a todos los partidos, tampoco pudiera gobernar. Pero, incluso en ese caso, o en el de que Zapatero recibiera un voto de castigo, uno de los dos líderes se vería obligado a dejar su sillón y a dar paso a nuevas maneras de hacer política. Y, hoy por hoy, me parece que esa es la única manera de salir de una situación en la que, como se comprobó en el debate del lunes en el Congreso, la única que sacó algo en limpio fue ETA.

En todo caso, la próxima reunión de la comisión de seguimiento del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo debería haberse realizado antes, lo que daba una remota posibilidad de que nos hubiéramos evitado el espectáculo, aunque el Pacto está muerto y enterrado desde que hace dos años Zapatero decidió ir por otro camino. Y el acuerdo que propone el presidente del Gobierno de todas las fuerzas políticas, sociales y mediopensionistas es algo que difícilmente se puede rechazar porque mostrar el rechazo unánime contra ETA, contra la violencia, por la paz y la libertad siempre es bueno. Pero tratar de vender que en ese marco se pueda hacer algo serio en la lucha contra el terrorismo o es otra ingenuidad o es algo peor. ¿Qué se va a discutir allí, qué datos se van a revelar, qué estrategias se van a poner sobre la mesa, qué políticas se van a fijar?

Imaginar, en fin, que el terrorismo derrotará a Zapatero como lo hizo con Aznar, puede ser una estrategia partidista útil, pero el resultado será, otra vez, terriblemente negativo para España y para los ciudadanos.

Francisco Muro de Iscar.

francisco.muro@planalfa.es.