MADRID 17 Ene. (OTR/PRESS) -
"Si todo lo que dice el Gobierno lo lleva a cabo, vamos bien" dice el ex ministro de economía Pedro Solbes en el diario Expansión. No es tan fácil. El Gobierno no ha hecho nunca del todo lo que ha anunciado. O, mejor, dice una cosa, hace la contraria, reforma lo que ha hecho de manera que no sea lo que dijo antes y vuelve a prometer que hará lo que es necesario hacer mientras se reúne con los sindicatos y les asegura que no va a hacer lo que dicen que tiene que hacer. Y no lo hace. Así que no me extraña que los mercados no se crean al Gobierno y que sus reformas no sirvan para cambiar el rumbo.
Otro ex socialista, perdón otro ex ministro, Miguel Boyer, dice que la culpa es de la torpeza de "Alemania que ha puesto en cuestión la solvencia de Portugal y España". Como si Grecia, Irlanda, Portugal y España no hubieran hecho nada para que el mundo dudara de la solvencia de sus instituciones. Por eso, en el excelente reportaje de Expansión, los expertos internacionales señalan que "es más probable la ayuda del FMI "o que "la posibilidad de rescate es del 50 por ciento". Así que a temblar. Y un tercer ex socialista, perdón ex ministro, Jordi Sevilla, da la receta: "si creamos empleo no habrá problemas". Y Caperucita en el bosque. Hasta la ministra Salgado o el ministro Gómez, el de Trabajo, saben que España no puede crear empleo, es decir no va a crecer lo suficiente para crear empleo neto, al menos en un plazo de tres a cuatro años.
La realidad es que el sistema financiero, que decían que era el más solvente de Europa, y muy especialmente las Cajas de Ahorro, está bajo sospecha y es más que probable que el Gobierno tenga que reforzar su capital, su "solvencia", es decir poner más pasta, más de nuestro dinero, para tapar los agujeros negros de las Cajas. En serio, ¿si éramos el orgullo de Europa y del mundo, por qué somos ahora un país en riesgo de ser intervenido?
Se necesitan cambios institucionales, cambios en la organización del Estado, cambios en la gestión de los recursos, apretar el cinturón de la Administraciones públicas -si esperamos que lo hagan por iniciativa propia, lo tenemos claro-, eliminar órganos inútiles o innecesarios, un programa de austeridad un cambio de fondo en el sistema educativo, la reforma de las pensiones y, tal vez, del modelo de la sanidad y, sobre todo, crear empleo. Eso no lo puede hacer sólo este Gobierno y la única opción sería resucitar los pactos de La Moncloa. Pero como eso no es posible con Zapatero en el poder y con Rajoy en la oposición, o vamos a unas elecciones anticipadas o nos van a dar todas en el mismo carrillo. En el suyo y en el mío.