Francisco Muro de Iscar.- Zapatero Fashion Week

MADRID 21 Sep. (OTR/PRESS) -

Coincidiendo con la Pasarela Cibeles se ha celebrado el Zapatero Fashion Week, es decir el Comité Federal del PSOE. La vicepresidenta Elena Salgado estuvo en las dos y estoy seguro de que sólo se divirtió en una de las citas. Si Cibeles ha subido a tope el volumen en unas intensísimas jornadas de desfiles en los que se han podido ver juegos de colores, de formas, de estampados, de volúmenes y hasta de transparencias, al PSOE le ha bastado con un día para que desfilaran por la pasarela todos los diseñadores del pasado. La monotonía ha sido protagonista, el fondo musical ha sido idéntico en todos los discursos y no ha habido ni siquiera una oportunidad para el erotismo, porque de transparencias, nada de nada. Quienes esperaban que algún orador fuera el David Delfín de la política y ofreciera algún diseño nuevo se han quedado con las ganas: "la culpa de todo la tienen los ricos", algo que suena a siglo XX, pero al principio, y las adhesiones han sido inquebrantables y las filas, prietas, que suena a algo peor. Quienes pronosticaban la rebelión frente al discurso de la nada, se han quedado en pelota picada. O peor, con la sola compañía de un amortizado Rodríguez Ibarra. Al fin y al cabo hay mucho que conservar.

A estas alturas de la pasarela, mientras a los diseñadores españoles les sobra imaginación y glamour, a los partidos políticos les falta de todo y algunos, como el PSOE parecen querer volver a un populismo viejo. Lo malo no es no tener un proyecto ni soluciones para la crisis. Lo malo es entregarse a la fiebre de jalear los errores y la inacción. "No cederé ante los poderosos", gritó un Zapatero que criticó duramente a su ex compañero Fernández Ordóñez, ahora gobernador del Banco de España y crítico con la política económica del Gobierno. ¿Volveremos a hablar, por ejemplo, de la nacionalización de la Banca, recuperando viejos programas del PSOE? ¿Lo harán quienes han apoyado, permitido o impulsado que los Bancos ganen más y más y más y reciban apoyos cuando llega la crisis, sin pagar por sus errores como el resto de las empresas y de los ciudadanos?

Zapatero cree más necesaria una "reforma empresarial" que una laboral como reclaman todas las instituciones del mundo. ¿Volveremos a la propiedad colectiva de todos los bienes? ¿Y si el modelo que propone el presidente Zapatero es un populismo al estilo chavista? De donde esperábamos propuestas para afrontar la crisis, manos tendidas para un pacto de Estado, como propone Durán Lleida, salimos con una adhesión incondicional al líder. Los segundos mandatos nunca han sido buenos en estos años de democracia. Pero ya lo saben los que auguraban voces críticas: nadie se va a mover en el PSOE para matar al padre. Son una piña bajo el control de Leire Pajín y Pepe Blanco. El que se mueva no sale en la foto. Y todos los saben.

francisco.muro@planalfa.es