MADRID 10 Ene. (OTR/PRESS) -
En línea con la explicación de Arnaldo Otegi, la banda terrorista ETA ha anunciado que el alto el fuego anunciado el 22 de marzo sigue en plena vigencia. Pese a lo cual, dice también ETA en el mismo comunicado, la propia ETA reclama para sí la autoría del atentado bestial y criminal, cometido en la Terminal Cuatro de Barajas. ¿Se entiende de algún modo tan incompresible "explicación"? No resulta fácil. En un momento en que el gobierno ha explicado que el proceso de paz pereció junto con los dos ecuatorianos víctimas de la explosión, y cuando ha argumentado que ETA no podría anunciar ya ninguna otra tregua con una mínima credibilidad..., en ese instante reaparecen "los autores de literatura etarra", para explicar la locura cometida, y hasta para sumarla a sus grandes hazañas. Y proclama, tal vez sin rubor y sin vergüenza, que el alto el fuego continúa vigente, y que se hace responsable del atentado de Barajas.
En el refranero español hay muchas expresiones que vienen a explicar lo que hace ETA: soplar y sorber no puede ser, dice uno de tales refranes. Otro, que no se puede estar en misa y repicando. En todo caso, son demostraciones de que no se puede sostener una cosa y la contraria: estar en tregua y matando. Declararse fuera de las prácticas violentas, y al mismo tiempo emplear cientos de kilos de amosal para destruir un edificio y matar bajo sus escombros a dos ciudadanos.
El ministro Rubalcaba ha sido breve y tajante al reaccionar sobre el nuevo absurdo etarra: A ETA sólo le queda un camino, que es poner fin a la violencia. Eso es la tregua definitiva, y nada tiene que ver con explosiones criminales, con bombas lapa, con zulos ni siquiera con violencia callejera. No se quieren enterar.
José Cavero.