Actualizado 10/02/2007 01:00

José Cavero.- Bermejo, en la diana

MADRID 10 Feb. (OTR/PRESS) -

El duelo en la Casa Real y el llanto de la Princesa son el tributo que los diarios de este viernes ofrecen a doña Letizia. En materia política, y a la espera de que el magistrado Pérez Tremps pueda adoptar una decisión tras haber sido recusado por sus compañeros del Constitucional, las atenciones las suscita, sobre todo, la designación de Mariano Fernández Bermejo, -Bermejo para todos, en adelante- como ministro de Justicia, en sustitución de López Aguilar.

La acogida que le han brindado desde el PP y las asociaciones conservadoras no tiene precedente y llenan un álbum tanto las descalificaciones personales cosechadas como las interpretaciones políticas que se otorgan a la designación: El PP cree que el gobierno impide la negociación al nombrar ministro de Justicia a Bermejo. El PP advierte que el nombramiento impide todo acuerdo con el PSOE. El PP dice que Zapatero ha nombrado al "ultra" Bermejo para amedrentar a los jueces. El PP rechaza al nuevo ministro y le reta a promover la ilegalización del PCTV. El CGPJ pide a Bermejo prudencia y le dice que no espere que podrá controlar a los jueces. Jueces y fiscales ven a Bermejo como poco conciliador y una agresión política al PP. Michavila dice que Zapatero nombra a quien más torpedeó el Pacto Antiterrorista. El PP teme que el ministro no actúe contra las listas de Batasuna. El gobierno encomienda a Bermejo renovar el CGPJ como misión prioritaria. La derecha judicial espera en pie de guerra al ministro de Justicia. El PP acoge la elección de Bermejo como un gesto hostil. El PP lanza una guerra preventiva contra el nuevo titular de Justicia. Zaplana tacha a Bermejo de ultra y dice que Zapatero lo eligió para amedrentar a los jueces. Sectario, radical o contraindicado son los adjetivos que predominan para valorar al nuevo ministro de Justicia. El PP tacha de ultraizquierdista al nuevo ministro de Justicia. El pasado del fiscal provoca una nueva bronca entre el gobierno y la oposición. El PP cree que Zapatero entierra el Pacto Anti ETA al elegir a Bermejo. De represaliado ideológico a ministro, se le describe...

¿Qué hará don Mariano, con tan abundante presentación y expectación? Probablemente su actuación será poco parecida a la de su antecesor, el canario López Aguilar, un hombre mucho más apaciguador que beligerante, y que ha visto cómo el PP empleaba las instancias judiciales para arremeter de forma sistemática contra el gobierno. Tanto el CGPJ como el propio Supremo y hasta el mismísimo Constitucional han sido empleados por sus portavoces más conservadores para tratar de socavar el prestigio y las decisiones del gobierno. Bermejo tiene la ventaja de conocer con detalle a sus adversarios políticos, y aseguran que su consigna es o dejar pasar ni una sola de las actuaciones sectarias o partidistas sin denunciarlas. Le corresponderá, curiosa o paradójicamente, "apaciguar" un sector que era descrito con acierto por Artur Mas: Tenemos muchos jueces que quisieran ser políticos y muchos políticos que quisieran ser jueces. A Bermejo le corresponderá poner a cada cual en su sitio y que funcione en la tarea que tiene encomendada. Los periodistas debiéramos estar felices: no nos faltarán titulares...

José Cavero.

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