MADRID 19 Oct. (OTR/PRESS) -
Posiblemente para la mayor parte de quienes asistían ayer a la sesión del Congreso, el ministro de Justicia, Fernández Bermejo, volvía a salirse del guión y pisaba lo "políticamente incorrecto" con las declaraciones que hacía sobre la eventualidad de que se reanuden o tengan segundas partes las negociaciones del Gobierno con ETA. Por de pronto, Bermejo ha suscitado las iras de Mariano Rajoy, que, después de señalar que ETA recibe aliento y esperanza con estas declaraciones, anunció seguidamente su propósito de reclamar a Zapatero las correspondientes explicaciones en el Pleno del Congreso. Otras voces en el PP han reclamado, directamente, que Bermejo sea desautorizado por el jefe del gobierno. Y ninguna desautorización sería más contundente y convincente que su propia y fulminante dimisión o destitución.
¿Qué dijo Bermejo? La crónica de El País empieza asegurando que Bermejo hizo un augurio que seguro que servirá al PP para su estrategia de oposición. Bermejo dijo: Se volverán a dar las condiciones para que se reavive la resolución del Congreso que autoriza al gobierno, en ausencia de todo tipo de violencia, a negociar el final de ETA. La política, dijo, volverá a tener vigencia para el final de la violencia... A su vez, según cuenta El Mundo, Bermejo dijo: Seguiré sosteniendo que los procesos de paz deben ser intentados por cualquier gobierno cuando se den las condiciones que esta Cámara impuso para que se consiguieran. Y seguirá sosteniendo que si ustedes llegan al poder, lo intentarán de nuevo: y en cuanto a la crónica de ABC, cuenta que Bermejo se despachó con unas polémicas declaraciones en las que dijo con claridad que el Ejecutivo socialista no ha tirado la toalla en la negociación con ETA. Y añade: Bermejo sorprendió al proclamar tajante en el Congreso que la política puede y debe contribuir al fin de la violencia. Y se mostró convencido de que el permiso que la Cámara dio en su día para dialogar con la banda terrorista volverá a tener vigencia, porque volverán a darse las condiciones para la negociación. En definitiva, el ministro de Justicia abrió la puerta a una nueva negociación Gobierno-ETA.
Naturalmente, si ésa es la intención de Zapatero para la próxima legislatura, el presidente se lo calla muy discretamente, aunque algunos hace tiempo que lo han adivinado o augurado, convencido de que el final de la banda terrorista tiene que pasar por el diálogo y el acuerdo. Pero expresarlo ahora, en plena campaña electoral, y cuando el asunto de la negociación con ETA parece enterrado por las detenciones de etarras y de dirigentes batasunos, parece un despropósito mayúsculo. Bermejo tiene fama de "lenguaraz". Un diario le ha llamado bocazas. Y no es improbable que muchas otras personas hayan descalificado con otros improperios las revelaciones de Bermejo...
José Cavero.