MADRID 1 Sep. (OTR/PRESS) -
Cabe recordar que fue José Blanco, ministro de Fomento, y vicesecretario general del PSOE, el primero que 'abrió el melón' del anuncio de subida de impuestos "a quienes tienen rentas más altas", para afrontar los mayores gastos de los subsidios para parados de larga duración. Luego, insistieron en el asunto la vicepresidenta económica y el presidente del Gobierno, puntualizando la primera que todos los impuestos están siendo revisados, y señalando el segundo que la elevación de impuestos será temporal y no afectará a las rentas del trabajo, sino a las del capital. Pues bien, en esta dosificación de anuncios, sorprende de nuevo la nueva declaración de José Blanco sobre la materia: Blanco, entrevistado por El Progreso de Lugo, sigue apostando por subir los impuestos a las rentas más altas, que él considera que son las que superan los 50.000 euros anuales. El propio Blanco, sin embargo, aclaraba posteriormente que sus declaraciones habían sido efectuadas el 26 de agosto, dos días antes de que, ante el Consejo de Ministros, el presidente Zapatero sugiriera que el incremento de la presión fiscal no afectará a las rentas de trabajo. De modo que el propio Ministerio de Fomento ha señalado que esas declaraciones de Blanco están ya fuera de contexto.
Todo parece indicar, por consiguiente, que el Gobierno estudia una subida moderada de las rentas del capital, tras una renuncia definitiva a elevar el IRPF. Sucede, sin embargo, y según apuntan los expertos, que sin tocar el IRPF, será muy difícil que aumenten los ingresos del Estado en la medida que sería necesaria, es decir, para afrontar un déficit público que se estima que ronda ya el diez por ciento. Una elevación moderada de las rentas de capital significaría una subida insuficiente de ingresos en las arcas del Estado. Recordemos que por ese concepto de rentas de capital -venta de acciones, dividendos e intereses- el Estado ingresó en 2007 únicamente 1.080 millones de euros. Elevar en tres puntos el tipo del 18 por 100 de las rentas de capital apenas incrementaría en 30 millones de euros los ingresos del Estado.
No es el gobierno del PSOE, sin embargo, la única fuerza política que hace sus propias propuestas sobre la reforma fiscal que se anuncia. Los convergentes de Mas y Durán se han vuelto a manifestar contrarios a una subida indiscriminada de impuestos que tendría consecuencias muy nocivas para la economía española. El proyecto alternativo de CiU pretende que no se incremente la tributación de las clases medias, las pymes, los empresarios y los trabajadores autónomos..., y que sin embargo, incluyan una buena financiación para Cataluña, dicen los portavoces de CiU... En cuanto a ICV, ha pedido a Zapatero una reforma fiscal más progresiva, con impuestos progresivos y ecológicos. Y no es improbable que también ERC haga sus propias propuestas. Pero, además de incrementar las rentas de capital, y e una eventual subida del IRPF, hay una tercera figura fiscal que probablemente será modificada al alta: el IVA, el impuesto que tributa directamente sobre el consumo y los servicios. El actual 16 por 100 podría elevarse al 18, y los tipos reducidos podrían pasar del 4 al 7 por 100. Temporalmente, como ya precisó Zapatero... En cuanto al PP, ya se conoce su posición, frontalmente contraria a cualquier elevación de impuestos. Desde el PP se critica también la absoluta desorientación que advierten en el Gobierno a la hora de tomar medidas para hacer frente a la crisis económica. Para el PP, lo razonable sería precisamente lo contrario: Bajar impuestos y ser austero.