Actualizado 11/10/2008 02:00

José Cavero.- La confianza, la falta de confianza

MADRID 11 Oct. (OTR/PRESS) -

Siguen preguntándose los analistas, los políticos, los ciudadanos en general, qué está sucediendo en los mercados, cómo se explica lo que sucede en las bolsas, por qué los planes de rescate que impulsan los gobiernos consiguen tan escaso entusiasmo, por qué no se consigue una unidad de decisión y cada cual va por su lado, por qué callan algunas de las instituciones mundiales que debieran liderar en este instante el proceso de recuperación de la economía, de los mercados, del dinero... De la confianza, en suma.

Porque lo cierto y verdad es que en las últimas semanas, muchos miles de ciudadanos han acudido a su correspondiente banca o caja para retirar sus depósitos, porque ese banco o caja, ni posiblemente ningún otro, les merece la suficiente confianza. No les merece confianza.

Tampoco la oposición del PP tiene suficiente confianza en el Gobierno y en sus medidas como para que éstas logren sacarnos del atolladero al que hemos llegado. La confianza es la palabra clave, y la asignatura por aprobar, pero sobre la que no hay profesores capaces. ¿Cómo se recupera la confianza, una vez perdida , cuando menos puesta en duda y en entredicho? Los banqueros no se fían del dinero que le puedan prestar sus colegas, y consiguientemente, ellos tampoco se fían de que sus dineros puedan ser recuperados alguna vez.

Se hace imprescindible romper el clima de desconfianza al que hemos llegado por causa de algunas ingenierías financieras, dicen que nacidas en Wall Street, y que han contaminado todo el mundo, hasta a las más humildes cuentas de cualquier localidad. Allí también, el ciudadano acongojado ha acudido a retirar sus fondos de su correspondiente caja o banca, para, acaso, meterlos bajo el colchón o en el calcetín. Ahí nos está condiciendo esta formidable crisis de confianza: a meternos bajo el colchón y dentro de un calcetín, como hace cien años o más.

Un presidente norteamericano hizo famosa su frase "es la economía, estúpido". No, el problema es la falta de confianza que ahora lo tiñe todo de incertidumbre. A los políticos responsables les corresponde, en esta hora, la tarea de la enseñanza de los conceptos básicos, y a las Oposiciones de turno les corresponde la tarea de apoyo en esa enseñanza elemental, mucho más que hacer demostración de su propia y proverbial desconfianza sobre lo que le explica al Gobierno, también de turno, siempre en funciones.

Y con la confianza de base, parece imprescindible la coordinación en las decisiones que se adopten. Se está buscando ahora, después de haberse comprobado que no bastan las decisiones unilaterales, por oportunas que pudieran parecer. Si, por ejemplo, lo que determinan España y Portugal en materia de garantía de depósitos, más que coordinadas son competentes entre sí, se seguirán reclamando los fondos propios en cajas y bancos, para hacerlos viajas al país vecino. O donde fuera.

José Cavero.

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