Actualizado 04/09/2010 14:00

José Cavero.- Corbacho deja el Gobierno y vuelve a Cataluña.

MADRID 4 Sep. (OTR/PRESS) -

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha anunciado su propósito de abandonar el Gobierno para volver a Cataluña y a sus listas electorales, ante las autonómicas del próximo noviembre. De manera que la remodelación del Gabinete está servida. No se sabe si, además del titular de Trabajo, también será relevada la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez. Y, por supuesto, se desconocen los propósitos globales del presidente Rodríguez Zapatero sobre el momento de ese ajuste del Gabinete al que se ve forzado y la fecha en que se producirá. De momento, tan sólo se dispone del anuncio, del que se hacen eco este viernes la mayor parte de los diarios, de que Corbacho deja Trabajo para reforzar el sector clásico de la lista del PSC, según destaca El país; de que Corbacho será propuesto como número tres de la lista del PSC a la Generalitat, según señala El Mundo; de que Corbacho dejará el Gobierno para ir en la candidatura de Montilla, como cuenta ABC; de que Corbacho renuncia y abre una nueva crisis de Gobierno, según el relato de La Vanguardia; de que Corbacho dejará el Gobierno para ir en la lista electoral de Montilla, según El Periódico de Cataluña; que Corbacho ultima la salida del Gobierno para ir en la lista del PSC, según Público; o que Corbacho recibe el plácet de Montilla y Zapatero para regresar a Cataluña. Completan estos grandes titulares algunos datos complementarios, como que el ministro tomó la decisión tras entrevistarse en 20 de agosto con Zapatero, que Zapatero mantendrá al ministro en su cargo hasta la huelga general para que asuma el desgaste, que el presidente arrancará el curso con una nueva remodelación que afectará a varios ministerios, que Zapatero esperará a las primarias de Madrid para decidir si la crisis del Gobierno incluye a Jiménez o que el ministro dejará el Gobierno en pocas semanas y se abrirá una crisis que despejará también el futuro de Jiménez...

No cabe duda de que es la noticia política del momento. Entre otras cosas, porque la figura del titular de Trabajo no es la de "un ministro cualquiera", particularmente en los actuales tiempos de crisis. El dato es revelador de lo que ha sucedido en su tiempo de mandato: cuando Corbacho asumió la cartera, en abril de 2008, el número de parados apenas superaba los dos millones: 2,1 millones. En el último recuento producido este jueves, han ascendido a casi cuatro millones, 3,9 exactamente. Y sin embargo, nadie puede discutir a Corbacho su brillante trayectoria, como alcalde elegido cuatro veces con mayoría absoluta en su pueblo de L'Hospitalet de Llobregat, y como figura clave del PSC, y presidente de la Diputación provincial de Barcelona. En cambio, su paso por Trabajo, junto con las cifras crecientes de parados, ha estado también caracterizado por roces o choques con colegas, que a menudo le han rectificado o puntualizado sus anuncios, como los referidos a la edad de jubilación, los años de cotización a la Seguridad Social o la continuidad de la ayuda de 420 euros para los desempleados.

Nadie duda de que tampoco es sencilla ni fácil su siguiente tarea, ayudar a Montilla a remontar unas elecciones que se le presentan difíciles, por las encuestas de opinión y con un partido, el PSC, con dificultades internas como la expresada por Castells, y posiblemente también por Eduard Maragall, al negarse a continuar en las listas del partido. Por si fuera poco, a Corbacho se le reclama un último esfuerzo y sacrificio: ser también el ministro de la huelga general del 29 de septiembre, tras haber fracasado en el intento de diálogo social con las centrales sindicales en el que se situaron todas las esperanzas de una reforma del mercado del trabajo dialogada y consensuada entre los agentes sociales...

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