MADRID 22 Sep. (OTR/PRESS) -
Fue el presidente de la CECA, Confederación española de Cajas de ahorros, Quintás, el primero en lanzar la hipótesis, o el deseo, de que Zapatero, ya que no cuenta con los apoyos del principal partido de la oposición para hacer frente a la crisis, debiera buscar mayoría parlamentaria más amplia convocando elecciones anticipadas. O, al revés, que consiguiera esa mayoría amplia el actual partido opositor, el PP. A saber o que determinaría el votante español, en tal supuesto....
Hoy mismo el PP hace público en La Voz de Galicia el resultado de una encuesta según la cual, este partido tendría una ventaja de cuatro puntos sobre el PSOE, con alguna característica más: el PP habría recuperado la confianza de los jóvenes, pero no así el voto femenino. Fuentes populares que menciona esta información atribuyen el tirón de Zapatero entre las mujeres al discurso sobre la igualdad. De manera que a Rajoy le preocupan las mujeres, las votantes mujeres.
Pues bien, según los datos de esa encuesta, el equipo electoral del PP sabe que desde hace unos pocos meses viene logrando superar el rechazo que registraba entre el electorado desde que perdió las elecciones en 2004, aunque no haya logrado recuperar la simpatía femenina..., frente a lo que sucede con Zapatero, a quien votan más mujeres que hombres, en una proporción de 55 a 45 por 100, sobre todo por su discurso sobre la igualdad...
Pues bien, volviendo a una eventual e hipotética anticipación de elecciones hemos podido comprobar que pocos, o acaso nadie, está de acuerdo con el globo sonda lanzado por Quintas, salvo acaso el PP, que no tiene más remedio que redondear su mensaje de "todo va muy mal" con su remedio: elecciones cuanto antes. Sin embargo, este lunes se vuelve sobre la idea. Cuenta La Vanguardia que CiU cree que el PSOE hará coincidir elecciones generales y catalanas, en teoría las primeras lecciones a la vista, en el otoño de 2010, sin esperar a 2012, ni siquiera a las municipales de 2011...
En otra información periodística de este día, se señalan las contradicciones en las que es frecuente que caiga el PP, al igual que le sucede al PSOE. Cita este informe de Expansión hasta seis de tales contradicciones: el fondo de ayuda a la banca se aprobó gracias al voto del PP, pero Galicia y Madrid dudan de su constitucionalidad y se oponen. El Ejecutivo prometió al PP que el 25 por 100 de la compra de activos de la banca sería para quienes dan crédito a las familias, y no lo hizo. El PP pactó con el PSOE que en la compraventa doble de activos se aplicaran los precios del BCE. El PSOE "coló" un "preferentemente". La dirección popular ordenó abstenerse en la votación de la nueva tarta autonómica, pese a que varias CCAA querían votar en contra.
Muchas autonomías del PP siguieron el ejemplo del cheque-bebé, pero ya han comenzado a recortar tal ayuda, o se proponen hacerlo. El PP criticó el subsidio de los 420 euros a los parados, pero votó un sí, minutos más tarde de haber criticado la "ocurrencia" de Zapatero... Es decir, el PP termina apoyando, "contra su propia filosofía", medidas que propone el Gobierno.
En estas peleas hay que inscribir las declaraciones que este lunes hace el consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, uno de los más fieles "combatientes por Aguirre", que expresa su confianza de que el PP vote en contra de la nueva ley de financiación en las Cortes. O la declaración que hace el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, tras las declaraciones de Zapatero en el Comité federal del PSOE, el sábado: "Menos declaraciones políticas, menos discursos y más reformas estructurales, que son imprescindibles para salir de la crisis". Al presidente de CEOE no le sentaron bien las críticas de Zapatero: es necesaria una reforma empresarial y no una reforma laboral; hay sectores empresariales de cartón piedra, no cederé ante los poderosos...
Díez Ferrán se muestra dolido: "Los empresarios, dice, llevamos muchos meses aportando ideas necesarias para salir de la crisis, estamos comprometidos con el futuro de España y especialmente las pymes están luchando para mantener los puestos de trabajo y colaborar con las administraciones públicas en el intento general de salir de la crisis. Pero si no se toman medidas estructurales, seguiremos siendo la cola de Europa...".