MADRID 28 May. (OTR/PRESS) -
Como ya sucedió en Galicia, con la revelación de "gastos escandalosos" del Gobierno de Touriño -sillas carísimas, coche más lujoso y costoso que el de Obama-, ahora también, ante las elecciones de junio, parecen haberse desencadenado todos los resortes para producir un efecto parecido: el escándalo de los gastos con dinero público por parte de los gestores "de la otra parte". Naturalmente, prosigue el "Caso Gürtel", como en los meses anteriores, y son novedades permanentes: se nos asegura que el 70 por 100 del Gobierno valenciano dio contratos a la trama corrupta de Correa y El Bigotes, aunque desde el PP se asegura, a su vez, que en el entorno de Camps y de Rajoy se sospecha y se confía en que próximamente será archivada esta causa.
Pero, al mismo tiempo que se sigue prestando atención a quienes prestan declaración por esta causa, han aparecido con gran relieve algunos otros "episodios nacionales" nada ejemplares: de una parte, la utilización de aviones del Estado por parte de dirigentes socialistas, de otro lado, la presunta subvención con diez millones de euros efectuada por el antiguo Gobierno andaluz de Chaves a una empresa de la hija del hoy vicepresidente tercero del Gobierno central. El mentís rotundo de Chaves -"todo es pura falacia, una información hecha con rencor y con resentimiento", dijo- no ha reducido la importancia de la denuncia en el medio en que se divulgó la noticia, El Mundo. Este diario insiste en que sus datos no encontraron respuesta convincente e insiste en que un cambio en la norma permitió esa ayuda denunciada: Chaves habría modificado la normativa un mes antes de conceder la subvención.
También está dando mucho que hablar la cuestión suscitada por otro diario con la revelación de que el presidente Zapatero empleó un avión militar para acudir a un mitin socialista en Sevilla. Desde el PSOE se ha tratado de reducir la dimensión del escándalo al afirmar que lo han hecho todos los presidentes. Con carácter inmediato, ha reaccionado José María Aznar con una nota en la que niega que él hubiera actuado de ese modo. Y se ha dirigido al Tribunal de Cuentas para probar que el PP pagó los viajes de Aznar. De igual modo, asegura hoy el diario ABC que fuentes próximas a Suárez, Calvo Sotelo y González afirman que jamás usaron vuelos oficiales para ir a mítines.
Pero al episodio le han sucedido en las últimas horas algunas otras revelaciones similares: el portavoz del PP, González Pons, ha denunciado que la vicepresidenta De la Vega viajó a Valencia, a ver las fallas, en un avión militar. Y en el mismo ABC se asegura que la ex ministra Magdalena Alvarez utilizó el transporte aéreo militar que el Gobierno emplea en los desplazamientos oficiales en nada menos que 987 ocasiones en España y en otras 17 en el extranjero, entre los años 2006 y 2009.
Y todavía un episodio más: la detención del ex alcalde socialista de Lorca por presunta corrupción. O que el Gobierno socialista de Las Palmas ha triplicado sus gastos en telefonía móvil... Todas ellas noticias tomadas de este mismo ABC del miércoles.