Actualizado 07/12/2007 01:00

José Cavero.- El frente del momento

MADRID 7 Dic. (OTR/PRESS) -

Estos días, la batalla electoral pasa por el frente antiterrorista, tras haberse detenido en el frente fiscal -por la propuesta de eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio- o el frente de la reforma autonómica, tras el planteamiento del PP de recuperar para el Estado algunas competencias, como la Educación, ya transferidas a las comunidades autónomas. Toca frente antiterrorista por razón de la tragedia acontecida en Capbretón, Francia, donde dos guardias civiles fueron ejecutados por etarras que descubrieron su identidad en una cafetería.

Dos de los tres etarras asesinos ya han sido detenidos, y todo permite deducir que la banda 'tropezó' de manera casual con los agentes del orden y decidió darles un escarmiento mortal. Asier Bengoa y Saiao Sánchez, con otro etarra posiblemente mando de ambos, fueron los autores del crimen que, de paso, ha servido para comprobar que la unidad antiterrorista de los demócratas no se improvisa después de casi cuatro años de enfrentamiento de los dirigentes del PP y del PSOE, con un añadido decisivo por parte de la primera de estas fuerzas, la AVT.

La fuerza de Francisco José Alcaraz, en efecto, ha crecido en fuerza al cabo de la decena de manifestaciones convocadas y producidas contra la política antiterrorista del Gobierno. De la AVT y de Alcaraz no se sabe bien si han sido complemento inevitable del PP de Rajoy, o al revés, el motor de arranque y mantenimiento del PP en su tenaz oposición al Gobierno de Zapatero contra cualquier diálogo con la banda ETA, pese a un primer y confuso apoyo otorgado en el Congreso por Mariano Rajoy al 'experimento' solicitado por Zapatero.

El fracaso de tal experimento ha agudizado esa resistencia del PP a la política gubernamental pero también la mayor fuerza de AVT en la dirección del PP. Hasta el punto de que, un determinado momento, Rajoy parece que se decidió a comprobar su propia fuerza, al margen de la que le otorgaban las convocatorias en la calle de Alcaraz, su AVT y algunos otros elementos mediáticos acompañantes. En estos últimos días, y con ocasión de las nuevas actuaciones criminales de ETA hemos podido observar movimientos poco sintonizados entre PP y AVT: La asociación convoca y Rajoy no acude; Rajoy convoca y Alcaraz no acude... Pero no sucede otro tanto con algunos de los adláteres del presidente del PP: Acebes y Zaplana siempre aparecen al lado de Alcaraz.

Entre tanto, estamos comprobando en Zapatero la fe y la determinación del converso: irá contra ETA con el mayor rigor, después de haber visto defraudada, una y otra vez -en la terminal de Barajas o en Capbretón- sus esperanzas de final dialogado. Ha llegado a la misma conclusión a la que llegaron sus antecesores Suárez, Felipe o Aznar, tras comprobar que las treguas y diálogos con la banda sólo eran treguas-trampa y diálogos sin final feliz posible, siempre traicionados por una banda decidida a no rendirse jamás ante el Estado que combaten desde hace cuarenta años.

Zapatero quiere ahora demostrar que la demostración de su enfado con la banda no tiene tregua, ni otras contemplaciones que la ley, ni otro final que la entrega de armas de los bandidos de la banda.

José Cavero

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