Actualizado 21/08/2007 02:00

José Cavero.- Gallardón ataca primero

MADRID 21 Ago. (OTR/PRESS) -

No se sabe bien si el curso político tiene fecha de comienzo. En esta ocasión, las comparecencias en Barcelona y Madrid de Magdalena Álvarez, la toma de posesión del presidente navarro, Miguel Sanz, y su reclamación de tener en el Congreso grupo parlamentario propio, la búsqueda de sucesor al líder del PP balear Jaume Matas, han sido asuntos que han ocupado a los políticos.

Pero, sin esperar al comienzo de septiembre, que en teoría suele marcar el comienzo de ese nuevo curso político, Alberto Ruiz Gallardón ya ha tenido dos intervenciones públicas que no han pasado inadvertidas: primera, cuando opinó que no era procedente que los navarros del UPN tuvieran grupo aparte del grupo parlamentario popular, por lo que significaba de precedente parea que otros grupos de regiones autonómicas también quisieran tener voz propia, al igual que la tienen grupos regionalistas menores, que parecen convertirse, por ello, en representación única de la Comunidad.

Y en segundo lugar, Ruiz Gallardón ha reaparecido en escena con su vieja reclamación de que quiere ser diputado en el Congreso. Alega que quiere serlo par que Madrid tenga voz en la Cámara, lo que pudiera parecer, precisamente, una demostración de que pretende hacer lo que niega a los navarros hasta ahora asociados al PP: que los diputados madrileños también tengan su propia voz en la Cámara Baja.

En todo caso, la intención y la voluntad de Gallardón es clara y la viene repitiendo a quien quiera escucharle, y parece evidente que muchos en su propio partido, no quieren ni oírle. Algunos porque presumen que Gallardón, con su presencia en el Congreso, pretendía algo o mucho más: si, como indican ahora mismo las encuestas y la mayoría de lo analistas, Mariano Rajoy vuelve a quedarse "segundo", en la contienda electoral de marzo, es seguro que en su partido se escucharán voces en favor del recambio y el relevo en la cúpula del partido.

Y ser diputado nacional es una excelente condición y circunstancia para apuntarse a ese relevo y ofrecerse para tal eventualidad. No hay duda de que, descontados algunos populares críticos con su persona, Gallardón es un valor indiscutible y una figura de valía en el PP; en condiciones de optar a la presidencia del gobierno con tantas o más posibilidades que Rajoy. Eso es, exactamente, lo que ya viene ofreciendo Gallardón aunque no pueda decirlo tan a las claras sin provocar una severa crisis en su partido en un momento inadecuado e irresponsable. Pero eso es, con toda probabilidad, lo que también piensa Gallardón que significa la reiterada pretensión del alcalde de Madrid de "ser algo más", de optar a una situación personal consolidada.

Como aperitivo para el nuevo curso, no está nada mal. Gallardón quiere ya pasar la hoja de la M-30 y centrarse en otras tareas.

José Cavero.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes